¿Por qué es la frase del día?
Con estas palabras, el Papa Francisco ha realizado un llamamiento por la paz entre los hombres, con el fin de que "donde haya odio florezca la concordia". "Que cada casa refleje el rostro de la iglesia cuya ley suprema es el amor. Por la efusión de tu espíritu, ayúdanos a despojarnos del hombre viejo corrompido por pasiones engañosas y revístenos del hombre nuevo creado según la justicia y la sanidad", ha reclamado durante el Vía Crucis desde el Coliseo.
Después de dos años de pandemia, que obligaron al Papa a celebrar este acto desde el Vaticano sin apenas público, este año se ha recuperado el Coliseo en una de las tradiciones más arraigadas en la Semana Santa. La guerra de Ucrania y los daños ocasionados por la pandemia, con el coste de vidas que ha supuesto, han hecho que este acto haya tenido un tono especial para el obispo de Roma. El Papa ha dedicado palabras para todo tipo de realidades: personas migrantes, refugiados, hijos discapacitados, adoptados o familias numerosas.
La penúltima meditación ha sido escrita por dos mujeres, una de nacionalidad rusa y otra ucraniana, lo que había causado cierta polémica durante los últimos días, ya que algunas voces del país agredido se mostraban reacios a compartir el Vía Crucis con ciudadanos rusos. La Santa Sede, sin embargo, ha explicado que se limitaba a una oración para pedir la paz, sin fines políticos.
El Papa ha llamado a la paz con el fin de que "donde haya odio florezca la concordia". Y ha añadido: "Haz que no nos comportemos como enemigos de la Cruz de Cristo para que participemos en la gloria de la Resurrección. El que viva y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos", ha expresado ante los miles de asistentes.