¿Por qué es la frase del día?
Con estas palabras, el exconseller de Empresa de la Generalitat de Cataluña, Santi Vila, ha apelado a su visión de España en el juicio del procés: "Es un Estado moderno y democrático". Unas palabras que han caído como un jarro de agua fría entre las filas soberanistas, donde ya mantiene mala imagen por abandonar el Govern antes de la celebración de la DUI.
Por este hecho, Vila mantiene un horizone judicial mucho más positivo -si se puede decir así- que el resto de sus compañeros: solo se enfrenta a un delito por desobediencia y otro por malversación de fondos públicos.
En este sentido, Vila ha asegurado que el 1-O fue sufragado íntegramente por empresarios catalanes, en un intento claro de desvincular cualquier coste a las arcas públicas, imposible porque la consulta había sido paralizada por el Tribunal Constitucional.
Vila también ha negado que aquel referéndum tuviera carácter vinculante y que, ni siquiera, se hubiese planteado como una verdadera consulta: "Fue algo instrumental", ha declarado, en relación a un gesto para poder negociar una salida consensuada entre la Generalitat y el gobierno central.
El extitular de Empresa también ha afirmado que negoció hasta el último momento con el gobierno de Mariano Rajoy, pero que aquellas conversaciones no obtuvieron finalmente el resultado deseado.