¿Por qué es la frase del día?
Con estas palabras, la exsecretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha valorado su futuro tras el escándalo de la publicación de sus conversaciones con el comisario Villarejo.
La otrora todopoderosa figura en el partido, ahora mantiene un perfil bajo y ve peligrar su futuro y su ansiada candidatura a las próximas elecciones europeas. Un puesto que, por el momento, se da por descartado y que tiene nulas posibilidades de prosperar.
En este sentido, Cospedal asegura que se encuentra cansada de dar la batalla: "Me pide el cuerpo irme de la política", ha confesado en varias cenas con amigos, tal y como relata la periodista Pilar Ferrer en un artículo de La Razón.
La situación es complicada para una mujer que ha ostentado dos secretarias generales, dos escaños cámaras parlamentarias, un ministerio y la presidencia de una comunidad autónoma. Por todo ello, Cospedal tiene la intención de resistir lo que pueda con un fin claro: "Me iré con la cabeza alta".
Lo cierto es que, por el momento, está aguantando el chaparrón en una huida hacia adelante. Sin embargo, su situación se hace más insostenible a medida que se publican nuevos audios. Y esto ya ni lo oculta el presidente de su partido, aquel Pablo Casado que ella misma encumbró a la presidencia del PP: "Mi único compromiso es con la militancia", llegó a espetar en una rueda de prensa en Cádiz con motivo de las próximas elecciones andaluzas del 2 de diciembre.
Nadie quiere acercarse ya a Cospedal, muy debilitada y con una posición que beneficia al líder popular. Las personalidades que piden la salida de Dolors Montserrat como portavoz en el Congreso crecen y no hay que olvidar que se mantiene en ese puesto como consecuencia de las 'deudas' que tiene con la expresidenta de Castilla-La Mancha.