¿Por qué es la frase del día?
Si por algo es conocido Donald Trump, el inesperado habitante de la Casa Blanca, es por encender la polémica con cada palabra que sale de su boca. Un día se despierta con ganas de levantar un muro -que por supuesto México pagará porque sí-; otro quiere bombardear hasta dejar en cenizas a Corea del Norte e incluso hay jornadas en las que defiende, rechaza y vuelve a defender la actuación de supremacistas blancos nazis.
El mandatario de la primera potencia mundial ha vuelto a generar controversia tras las últimas declaraciones sobre su vicepresidente, Mike Pence. Según informa The New Yorker, durante una conversación entre un experto legal, Pence y el propio presidente, este último le pedía al competente en leyes que no preguntara a su número dos -sobre el tema que estaban tratando- puesto que "los quiere ahorcar a todos". Estas presuntas declaraciones vienen a reafirmar, una vez más, el perfil ultraconservador, fundamentalista, homófobo y ultracatólico del número dos de la democracia más antigua del mundo desarrollado.
Los estadounidenses ya conocen las posturas de la mano derecha de Trump: es antiabortista declarado -intentó sin éxito revocar una sentencia del Tribunal Supremo de 1973 que legalizaba los preceptos del mismo-; odia a los homosexuales por el simple hecho de amar a personas del mismo sexo e incluso llegó a afirmar que la legalización del matrimonio igualitario para equilibrar los derechos de todas las personas llevaría al país al "colapso social".
Sin embargo, su odio hacia el colectivo LGTBI no es una simple anécdota: cuando fue gobernador de Indiana impulsó en 2015 una norma que permitía a los negocios negar sus servicios a las personas homosexuales. Afortunadamente, se impuso la lógica y no salió adelante. Pence es, sin dudarlo, toda una "pieza" para dirigir las políticas de la nación autodenominada 'el faro de las libertades'.