¿Por qué es la frase del día?
Candice Wiggins, jugadora profesional de baloncesto en la WNBA -la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino-, ha asegurado que sus compañeras la discriminaron por ser heterosexual.
"El mensaje era: queremos que sepas que no nos gustas", ha asegurado la jugadora, que llegó a interpretarlo después de que, supuestamente, fuera objeto de malas miradas, e insultos constantes. "Nunca he visto el tipo de acoso que describe Candice en la entrevista. Estoy orgullosa de formar parte de una liga que apoya la inclusión y acepta a odas las jugadoras sin importar su raza, religión o sexualidad. Somos una familia hecha de jugadoras que amamos y respetamos el baloncesto", ha asegurado Monique Currie, jugadora con hasta 11 años de experiencia en la Liga.
El caso de Wiggins es, en realidad, el primero de "heterofobia" registrado en el deporte. Justo lo contrario de lo que sucede con la homofobia. Ahí tenemos el caso de Jesús Tomillero, un árbitro que tuvo que abandonar su pasión porque en el campo y en las redes sociales los insultos y las amenazas no cesaban. Wiggins está actualmente escribiendo sus memorias en las que relatará toda su experiencia en la WNBA. ¿Conoceremos con ello, por primera vez, la heterofobia en el deporte? Tiempo al tiempo...