¿Por qué es la frase del día?
Ayer Jordi Évole volvió a firmar una nueva línea relevante en la historia política de nuestro país, convirtiéndose, una vez más, en el cronista más atinado de la prensa política española. Su entrevista a Pedro Sánchez, en último término, es uno de los relatos políticos más directos que la democracia de nuestro país ha visto, donde se han desenmascarado algunos verdaderos poderes políticos españoles.
La afirmación de que España -como todos los países occidentales- está gobernada por los poderes económicos -el IBEX35 en nuestro caso- lleva convertida en consigna en la política de izquierdas desde hace décadas. Sin embargo, y justamente por haberse convertido en consigna, casi en coletilla de discurso, la severa afirmación de que el poder económico tiene el control ejecutivo en España, había prácticamente perdido su valor. Era una verdad tácita asumida por unos y tachada de conspiranoica por otros. Sin embargo, ayer acudimos a un hecho sin precedentes: Pedro Sánchez, un miembro de la política tradicional de nuestro país, desveló abiertamente cómo medios de comunicación mayoritarios y consejeros de multinacionales presionaron su ideario político en una dirección muy determinada. La dirección conservadora-liberal.
Pedro Sánchez señaló sin reparo a César Alierta de Telefónica como uno de los que levantaron el teléfono para exigir pacto conservador. Mucho más doloroso es el caso de Cebrián, El País, que amenazó a Sánchez, y cumplió su amenaza. La línea editorial diario El País exigió a Sánchez vía libre para el Partido Popular frente a alternativa de izquierdas, Sánchez se negó al juego y ha sido vapuleado sistemáticamente en el diario autodeterminado progresista. El diario El País queda así retratado como el brazo de hierro del poder económico, y el mensaje de fondo de todo esto es la confirmación, inédita en la historia de la democracia española, de que los poderes liberales tratan de influir e influyen en el rumbo político con todas las armas a su alcance. La altura periodística de El País quedó una vez más retratada.
Cerramos el artículo con una frase de Michel Foucault, el filósofo que más y mejor ha escrito del poder: "La historia de las luchas por el poder sigue estando casi totalmente oculta. El saber no entra en ello: eso no debe saberse".