¿Por qué es la frase del día?
Acuerdos y desacuerdos, negaciones y abtenciones, todo el baile para poner o quitar a Mariano Rajoy en/de la Presidencia del Gobierno parecía estar dilatándose esperando la llegada de las elecciones de Galicia y País Vasco. Pero ¡PUM! En la misma semana de la resaca electoral, algo explotaba en el PSOE nacional. Estábamos todos pendientes de la tensión interna en Podemos y no veíamos cómo se iba a romper la cuerda del Partido Socialista, y rompió con la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva Federal (la mitad más uno) para destituir a Pedro Sánchez.
En este momento de profunda crisis en el partido, con toda la expectación e incertidumbre por parte de militantes parecía que se necesitaba la voz de la calma, de la seguridad, del "tranquilos, todo irá bien, chavales", a la vez que la opinión pública necesitaba saber de una vez qué iba pasar. Y esa es, cómo no, Susana Díaz. En un tono a la vez crítico con Pedro Sánchez (diciendo cosas como que hay que poner los intereses del país por delante de los personales) y conciliador ("en el PSOE no hay bandos"), la líder del PSOE andaluz y Presidenta de la Junta de Andalucía, parece haber tomado las riendas del asunto. Se ofrecía ella, o a su formación andaluza, como los que ayuden a "coser" y volver a la unión como partido, limar asperezas, dejar esta crisis atrás, sí, vale, sin Pedro Sánchez, pero todos a una. Pero tampoco se habla, ni lo ha hecho ella, sobre quién se quiere poner a la cabeza del partido a nivel nacional.
Por ahora, Sánchez no parece querer ceder ante las múltiples y duras presiones, ha convocado elecciones primarias para elegir secretario o secretaria general el 23 de octubre, y un congreso extraordinario para cambiar la directiva del partido el 12 y 13 de noviembre. Mientras tanto, el gobierno estatal sigue pendiendo de un hilo. ¡La política española está que arde!