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Kamala Harris ya es oficialmente la candidata demócrata en las elecciones presidenciales en Estados Unidos. La aspirante ha aceptado la nominación, en un discurso durante la Convención Nacional Demócrata en el que ha llamado a la unidad y ha prometido gobernar para todos los estadounidenses si llega al poder.
"Sé que hay personas de diversas opiniones políticas viéndonos esta noche. Y quiero que sepan: prometo ser una presidenta para todos los estadounidenses", ha lanzado durante su discurso.
La candidata demócrata ha llamado además a la unidad: "Esta elección, nuestra nación tiene una oportunidad preciosa y fugaz de superar la amargura, el cinismo y las batallas divisorias del pasado. Una oportunidad de trazar un nuevo camino hacia adelante. No como miembros de un partido o facción, sino como estadounidenses".
Durante su intervención, ha prometido una ley que garantice el derecho al aborto en todo el país, una rebaja de impuestos para la clase media que beneficiará a más de 100 millones de estadounidenses y asegurar la frontera.
"Sé que podemos estar a la altura de nuestra orgullosa herencia como nación de inmigrantes y reformar nuestro maltrecho sistema de inmigración. Podemos crear una vía ganada a la ciudadanía y asegurar nuestra frontera", ha expresado.
Además, ha defendido una mayor apuesta por la OTAN y el apoyo rotundo a Ucrania, que ha contrapuesto con el aislacionismo y la ambigüedad sobre la guerra que achaca a su rival, Donald Trump. Además, ha apostado por un alto el fuego en Gaza y la liberación de los rehenes: "Que el sufrimiento en Gaza termine y el pueblo palestino pueda hacer realidad su derecho a la dignidad, la seguridad, la libertad y la autodeterminación".
