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El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, se ha reunido con el presidente ruso, Vladímir Putin, después de que su país se haya alzado con la presidencia rotatoria semestral del Consejo de la Unión Europea.
La visita de Orbán a Moscú vuelve a abrir una grieta dentro de la UE, puesto que Orbán se convierte nuevamente en un verso libre al mantener relaciones con Rusia en plena invasión de Ucrania.
"La cifra de países que están dispuestos a dialogar con ambas partes del conflicto se está agotando", ha defendido Orbán en el Kremlin, que realiza este encuentro después de su encuentro con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Ucrania ha criticado el encuentro. "Instamos a los países a no conducir conversaciones sobre Ucrania sin la participación de Kiev", ha expresado el titular de Exteriores ucraniano.
En el seno de la UE, también han expresado discrepancias la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen: "Solo la unidad y la determinación allanarán el camino hacia una paz amplia, justa y duradera en Ucrania", ha escrito en sus redes sociales.