¿Por qué es la foto del día?
Beatriz Flamini ha puesto fin a su aislamiento en una cueva de Granada este viernes pasadas las 9 horas. Después de 500 días encerrada y aislada, solo pudiéndose comunicar con los espeleólogos por motivos de salud, esta deportista de élite ha batido el récord de aislamiento que estaba detenido en 464 días.
Así, ha superado este reto personal después de que su equipo haya acudido a buscarla a la cavidad situada en la Costa Tropical de Granada en la que ha permanecido a 70 metros de profundidad, en un lugar al que no llega la luz solar y donde ha estado ajena a todo lo que ha ocurrido en el mundo durante casi año y medio.
Con gafas de sol, llorando de la emoción y saludando. Así salió Beatriz tras 500 días en la cueva con el cariño y los aplausos de compañeros y amigos. "¿Quién pagó las cervezas del viernes?", ha dicho entre risas nada más ver a sus compañeros y amigos al salir de la cueva. "Ha sido una experiencia excelente, insuperable", ha valorado.
Durante la experiencia, Flamini ha necesitado una tonelada y media de material y alimentos y ha consumido 1000 litros de agua. Aunque lo más duro ha sido su lucha contra la cabeza. El objetivo de este acompañamiento científico a Beatriz ha sido conectar toda esa experiencia psicológica con su interior y desarrollar, a través de sus narrativas, aquellos aspectos vinculados a su experiencia con el sufrimiento y que han sido "reales" para ella en su aventura.