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La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha anunciado su dimisión después de más de ocho años en el cargo. Un mandato marcado por la salida de Reino Unido de la Unión Europea y de las reiteradas reivindicaciones de un segundo referéndum independentista.
La aprobación de la nueva Ley Trans que permitía la autodeterminación de género a los 16 años y que había sido criticada por la oposición y vetada por el Gobierno británico; o la petición de un nuevo referéndum de autodeterminación tras el Brexit, también negado por la justicia británica; habrían sido dos grandes piedras en su camino que podrían haber influido en su decisión.
"Creo que parte de servir bien es saber, casi de manera instintiva, cuándo ha llegado el momento de irse. En mi cabeza y en mi corazón, creo que el momento es ahora para mí, para mi partido y el país", ha expresado en en una comparecencia ante la prensa desde su residencia oficial en Edimburgo.
Aunque ha asegurado que que su marcha no se debe a una crisis concreta, se ha referido a la "intensidad" de la política actual y ha mencionado de manera específica no haber conseguido avanzar hacia la independencia de Escocia. De la misma manera, también ha señalado los "asuntos difíciles" que ha afrontado su Gobierno en las últimas semanas, en referencia al debate sobre la nueva ley de derechos trans.
Sturgeon, que ha sentenciado que con esta decisión libera al partido "a elegir el líder que considere oportuno" y ha aclarado que se quedará en el cargo hasta que se escoja alguien para sustituirla. Las próxima elecciones en Escocia están previstas para 2025.
