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El Partido Socialdemócrata, liderado por la actual primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, se ha impuesto en las elecciones legislativas. La formación ha logrado sus mejores resultados en las últimas dos décadas, con un 27,6% del sufragio. La mayoría absoluta conseguida por el bloque de centroizquierda ha sido más difícil de alcanzar, ya que no se ha logrado hasta la última hora del recuento.
A pesar del triunfo final del recuento, la primera ministra ha dimitido para formar un gobierno de coalición con formaciones del bloque conservador, como prometió en campaña. "Nos presentamos a las elecciones con un proyecto de amplia colaboración. Parece que los daneses lo han apoyado", ha afirmado en el debate del Club de Prensa de Copenhague. La pasada legislatura gobernó en minoría, pero con el respaldo de tres fuerzas de centroizquierda que le aseguraban mayoría parlamentaria.
Los escrutinios de los votos en territorios autónomos han sido decisivos para el triunfo definitivo del bloque. Groelandia sumaba dos mandatos parlamentarios a los 87 escaños conseguidos por la coalición izquierdista, que junto con el diputado socialdemócrata de las Islas Feroe, ha alcanzado el 50% del total del Parlamento, situado en 90 escaños.
Frederiksen había anunciado la pasada noche que dimitiría ante la reina Margarita II, con el objetivo de formar un gobierno de centro que incluya a partidos de otro bloque. De esta forma, busca reforzar una mayoría estable en un panorama político fragmentado en el que 12 partidos de muy diversos espectros cuentan con representación parlamentaria.
