¿Por qué es la foto del día?
El rey emérito Juan Carlos I se ha fundido en un cálido abrazo con su nieto Pablo Urdangarín al término del partido de balonmano que este ha disputado con el Barça B en el pabellón el Club Balonmano Cisne, en Pontevedra, que ha conseguido el ascenso a la Liga Asobal, máxima competición nacional, con su victoria ante el filial blaugrana.
Con su amigo y anfitrión, el empresario Pedro Campos, a un lado, y flanqueado por su familiar Pedro de Borbón y Dos Sicilias al otro, Juan Carlos I ha visto el partido en primera fila, en un lugar reservado detrás de la mesa arbitral.
Al descanso, la megafonía de la cancha le ha dado la bienvenida en nombre del club, saludada por la grada con unos aplausos tímidos de una afición centrada en una cita determinante para su equipo.
Tras unos instantes de espera, ante la atenta mirada de los medios, el nieto se ha acercado a su abuelo y se han dado un cariñoso abrazo, aplaudido por muchos aficionados, han charlado durante cerca de un minuto y se han despedido después de que el jugador besase la mano del rey emérito.
Mientras el Cisne todavía celebraba sobre la pista y volaban confeti y champán, Juan Carlos I ha iniciado su salida del pabellón, aunque ha necesitado ayuda para incorporarse de su asiento y subir las escaleras.