¿Por qué es la foto del día?
Carolina Marín ha vuelto por todo lo alto tras su grave lesión de ligamento cruzado anterior y menisco. después de perderse los Juegos Olímpicos de Tokio casi un año después, se ha alzado con su sexto europeo tras vencer con autoridad a la escocesa Gilmour en dos sets.
El primer juego, pese a la resistencia inicial de su rival, lo resolvió con un parcial de 11-4. La energía de Gilmour fue clave en los primeros compases del partido y se vio opacado por el dominio de Carolina Marín en defensa y ataque, dificultando enormemente el juego de su rival.
El inicio del segundo set fue un calco del primero. Un parcial de 5-0 puso la distancia necesaria en el marcador para que la tranquilidad volviera a la pista de Madrid. El segundo y último juego se fue cerrando poco a poco, controlando Marín el tempo de un partido en el que Gilmour apenas consiguió 21 puntos en ambos sets y acercando su sexto europeo.
El triunfo de Marín fue toda una celebración. Ya durante los partidos soltó algunos gritos de júbilo, pero todo ello no fue comparable con la emoción que mostró cuando levantó su sexto europeo. Marín perdió a su padre en los primeros tiempos de la pandemia por una caídas y ha pasado un duro año marcado por su grave lesión de rodilla, haciendo que este título sepa mucho mejor que nunca. En el podio, visiblemente emocionada, se ha visto cómo ha dedicado el premio a su padre.
