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Los ataques rusos han vuelto a acercarse a la frontera de Ucrania con la Unión Europea. Varios ataques perpetrados con misiles en la ciudad de Lviv, situada a unos 70 kilómetros de Polonia, han causado la muerte de al menos siete personas, según ha informado el responsable de la administración militar regional, Maksim Kozitskyi.
Al menos 11 personas, entre ellas un niño, han resultado heridas en esta ofensiva dirigida contra infraestructuras militares. El alcalde de la ciudad, Andriy Sadovi, afirmó a través de la red Telegram que fueron cinco los misiles que habían caído en la urbe en las últimas horas.
Mientras tanto, la ciudad de Mariúpol, en el sureste del país, se resiste a ceder el control a Rusia ante el asedio militar que sufre desde hace semanas y el ultimátum del Kremlin para su rendición. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha criticado durante la madrugada el retraso en la entrega de armas comprometidas por los países aliados.
"Cinco ataques con misiles dirigidos en Lviv. Los servicios de emergencias pertinentes ya partieron hacia el lugar. Estamos tratando de recabar más información", ha dicho el alcalde. "Pido a todos los ciudadanos que se escondan, que no estén en la calle. Esperamos ataques cada vez más fuertes. El objetivo del enemigo es matar al mayor número de civiles. Están disparando sobre objetivos civiles"; ha alertado Sadovi en rueda de prensa.
Por su parte, Maksim Kozitskyi ha informado a través de su página de Facebook que la ciudad recibió el impacto de al menos cuatro misiles. Este precisó que los bombardeos habían alcanzado infraestructuras militares y un almacén con neumáticos, lo que provocó un gran incendio. Kozitskyi recomendó también a la población que se mantenga refugiada en previsión de más ataques.
