¿Por qué es la foto del día?
ERC, Bildu, CUP y BNG, socios del Gobierno sobre los que se apoya la coalición, se han unido para presentar un manifiesto en el Congreso en el que piden al Ejecutivo negociar sus peticiones sobre la nueva reforma laboral.
Aunque se han mostrado abiertos al diálogo y a apoyar la ley si se incorporan sus exigencias, también han dejado claro que no la apoyarán si no se materializan dichos cambios. En total, las cuatro formaciones suman 21 escaños en el hemiciclo, por lo que resultarían fundamentales para sacarla adelante.
La situación se ha tensado en los últimos días después de que el Gobierno se abriese a aceptar el apoyo de fuerzas políticas ajenas a la investidura de Sánchez como Ciudadanos, algo que finalmente ha sido rechazado por la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que sigue adelante con las negociaciones.
Entre las peticiones de ERC, Bildu, CUP y BNG se encuentran exigencias dirigidas a la prevalencia de los convenios autonómicos en detrimento de los estatales, así como medidas dirigidas a recuperar las indemnizaciones por despido improcedente de 45 días por año trabajado.
También se ha solicitado la vuelta a la autorización administrativa obligatoria para controlar los despidos colectivos que se enmarquen en los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). Es decir, las causas objetivas que se eliminaron en la reforma de Rajoy.
Han exigido la recuperación de los convenios sectoriales sobre los de cada empresa, relegando a estos últimos a una función de adecuación y mejora de las condiciones fijadas en los convenios colectivos sectoriales.
Asimismo, se reclaman mejoras para combatir la precariedad laboral, pero también para ahondar en la reducción de la jornada laboral y la conciliación familiar de los trabajadores.