¿Por qué es la foto del día?
El discurso xenófobo de Rocío Monasterio, cargando contra "la invasión" ha terminado con alusiones personales hacia un diputado: Serigne Mbayé, de Podemos. El color de su piel y su papel como portavoz del Sindicato de Manteros ha sido el centro de ataques de corte racista en un parlamento donde hay otros diputados que, también, tienen origen extranjero.
"Nuestro problema con el señor Mbayé no es que sea blanco o negro, bajo o alto, sino que es una persona que se saltó la cola de entrada. Entró de forma ilegal y se lucró durante años", ha espetado Rocío Monasterio ante el silencio de la nueva presidenta de la Cámara, María Eugenia Carballedo, que más tarde le ha invitado a pedir eliminar sus palabras del acta de sesiones.
Mbayé tiene origen senegalés y 46 años, pero es español porque tiene la nacionalidad. Si no, no podría ser diputado en la Asamblea de Madrid. La formación ultraderechista ya había situado la diana sobre él en otra ocasión: "Nosotros le deportaremos", llegó a escribir en Instagram, cuando se conoció su fichaje por parte de Pablo Iglesias.
Finalmente, Mbayé pidió que la presidenta de la Asamblea actuara, ante lo que afirmó que no podía eliminar los ataques del acta. "¿Qué he dicho concretamente?", le he preguntaba Monasterio, cuando le pedía que retirara sus declaraciones. Finalmente, permanecerán.