¿Por qué es la foto del día?
La Guardia Civil ha detenido a un total de diez personas de la órbita independentista, entre ellos Xavier Vendrell, exconseller de ERC, David Madí, exalto cargo de CDC, Oriol Soler y Josep Lluís Alay, jefe de la oficina de Puigdemont por desvío de fondos públicos al independentismo, un dinero que se habría utilizado, entre otras cosas, para financiar la estancia de Puigdemont en Bélgica.
Otros de los investigados en la trama de desvío de fondos son el alcalde de Cabrera de Mar (Barcelona), Jordi Mir, de JxCAT; el interventor delegado de la conselleria de Presidencia, Jordi Serra; la directora general de Centros Concertados y Privados del Departamento de Enseñanza, Pilar Contreras; y el excónsul honorario de Letonia en Barcelona y presidente de la Plataforma pro selecciones catalanas, Xavier Vinyals.
La operación ha sido ordenada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona por delitos de malversación, blanqueo de capitales y prevaricación. Los agentes del Instituto Armado están practicando varios registros en busca de documentación de esta supuesta trama relacionada con las diligencias abiertas desde hace meses por posible desvío de fondos en la Diputación de Barcelona.
La operación se enmarca en una pieza separada de la causa abierta por el titular del juzgado de instrucción 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, sobre el supuesto desvío de fondos a fundaciones afines a CDC de subvenciones públicas.
Se investiga si durante los últimos años el Govern habría creado entidades ad-hoc para ser receptoras de subvenciones públicas, dinero que luego se canalizaría a través de diversos procesos de malversación hacia la caja de resistencia del procés.
A varios de los detenidos en esta operación les investiga la Audiencia Nacional por participar en la captación de fondos en 2017 y desviarlos a Tsunami Democràtic y a los CDR. A Soler y Vendrell supuestamente les colocaron al frente de Tsunami y de las campañas de desobediencia. También habrían participado en encuentros con los independentistas huidos en Bélgica y Suiza para su manutención.