¿Por qué es la foto del día?
La postal característica de Sydney, una de las primeras ciudades en recibir el año nuevo, está repleta de fuegos artificiales que parecen los propios de las introducciones de las películas Disney.
Unos 1,5 millones de personas se reúnen en el puerto para apreciar el espectáculo pirotécnico, aunque este año el Servicio Rural de Incendios ha prohibido que se haga fuego hasta en once regiones de Nueva Gales del Sur, incluida Canberra, donde se han cancelado dos espectáculos.
La polémica de Sydney y sus fuegos estaba servida: unas 250.000 personas firmaron un manifiesto para que se cancelara el show e incluso el ministro de Industria y Comercio se posicionó a favor de ello, a causa de la grave crisis forestal en la que está sumida Australia.
Sin embargo, Sydney decidió brillar entre llamas. La portavoz del Consejo de Sydney ya adelantó que cancelar los fuegos de la famosa ciudad provocaría un daño casi irreparable a las empresas, ya que esta fiesta de color genera unos 81 millones de euros en beneficios para el Estado, mientras que tienen un coste de unos 4.