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El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, ha declarado en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) acusado de un delito de desobediencia. A su llegada ha sido recibido por el expresident Artur Mas, el presidente del Parlament Roger Torrent y la práctica totalidad del su Govern, así como centenares de manifestantes.
En el momento en el que Torra se ha personado en sede judicial, los simpatizantes han comenzado a corear todo tipo de lemas como "No es justicia, es venganza" o "Libertad, presos políticos". También había presencia de varios miembros destacados de JxCat, ERC o la CUP; así como dirigentes de las organizaciones nacionalistas Òmnium y la ANC.
Quim Torra ya había criticado previamente este juicio, que considera una muestra de arrogancia y ha prometido que acusaría al Estado de "vulneración de derechos" durante su presencia en los juzgados.
El presidente catalán está acusado de un delito de desobediencia por no quitar el lazo amarillo de la fachada de la Generalitat durante las elecciones, como pidió la Junta Electoral.
Torra se juega con este proceso su inhabilitación para ejercer cargos políticos, así como encontrará dificultades para presentarse a la reelección en un momento en el que ERC tiene previsto adelantar los comicios autonómicos.
