¿Por qué es la foto del día?
La excentricidad ha marcado la gala del Museo Metropolitano de Nueva York que este año llevaba por tema el concepto de "camp" propuesto en 1964 por la escritora Susan Sontag. Este concepto parte de su obra y se basa en un tratado de 58 puntos en los que explica en qué se basa la estética camp. "La esencia de lo camp es su amor por lo antinatural: el artificio y la exageración", explica la autora. En términos de moda se traduce en estilismos sobrecargados, con multitud de artificios y con ciertos aires retros.
Este era el código de vestimenta que debía seguir todo aquel que figurara en la exquisita y limitada lista de Anna Wintour. Una de las anfitrionas era Lady Gaga, causando una gran expectación dado que, aunque en sus inicios destacó por la excentricidad y el exceso, en los últimos tiempos ha optado por looks más sobrios y una estética menos sobrecargada. Y dejó a todos con la boca abierta.
De la mano del estilista Brandon Maxwell (diseñador del icónico vestido de carne), la cantante llegó de las primeras a la gala con un vestido capa de color fucsia de dimensiones estratosféricas. Y entonces comenzó la performance. La capa fucsia se levantó y dejó ver el segundo vestido, un traje negro palabra de honor con escote asimétrico y volumen en uno de los laterales. Solo le bastó un paraguas para posar como si fuese una nueva invitada. Pero había más, Lady Gaga se quitó también el vestido negro mostrando otro fucsia que recordaba al de Marilyn Monroe en \'Los caballeros las prefieren rubias\'. Y hubo sorpresa final. La intérprete de 'Alejandro' y 'Pokerface' se arrancó el ajustado vestido rosa para lucir un conjunto de lencería sobre unas plataformas.