¿Por qué es la foto del día?
Los actos de celebración del 2 de mayo, con motivo de la celebración del día de la Comunidad de Madrid, se preveían tensos, tal y como el año pasado. Si entonces la dimisión de Cristina Cifuentes terminó con Soraya y Cospedal estallando en plena Puerta del Sol, la guerra de este año se fija entre Garrido y Casado, bajo la invitación del tercer presidente de la región en tan solo un año.
Porque la marcha de Garrido, que llegaba en calidad de expresidente, marcó toda la recta final de campaña para los populares. El que fuera número 2 de Cifuentes había dejado un flamante puesto como número 4 por Europa, para acogerse el banquillo en la Asamblea de Madrid como número 13 de Ciudadanos. Menos sueldo y menos relevancia. Todo lo que fuera con tal de no ir con Pablo Casado.
La situación, sin duda, ha sido especialmente tensa. Ángel Garrido ha ido saludando a algunos de los compañeros a su llegada, con una actitud especialmente impostada, sobre todo si tenemos en cuenta que esta seguramente era la primera ocasión en que se reunía con todos ellos tras aquella comparecencia en la sede de Ciudadanos con una carpeta naranja que ni siquiera el propio Casado pudo creer.
El líder popular apareció en la sede de la Comunidad de Madrid. Se cruzó con Garrido, que se dispuso a saludarle, pero no obtuvo respuesta. Su cara de circunstancias era el mejor resumen de lo que estaría pasando por su cabeza tras el 'feo'. Eso sí, Casado no tuvo problema en saludar a Manuela Carmena e incluso despachar amablemente con el líder del PSM, José Manuel Franco, del partido que le ha doblado prácticamente en escaños.
Estaba claro: Casado y Garrido son los 'Cospedal y Soraya' de este año. Sin embargo, mientras que ambas se peleaban por controlar el PP, ahora la disputa pasa por el liderazgo de la derecha y que Ciudadanos no termine fagocitando al PP. Casi nada.