¿Por qué es la foto del día?
El acto de homenaje a las víctimas del 17A no ha podido esquivar la politización de un momento que solo debía ser de recuerdo y reflexión. Una enorme pancarta contra la presencia del Rey Felipe VI colocada por el independentismo, banderas españolas por plaza Catalunya y división de colores entre el blanco y el amarillo han desviado la atención de lo verdaderamente importante.
El homenaje se ha visto interrumpido en varias ocasiones con gritos de 'Viva España'. Para rizar el rizo, el president de la Generalitat, Quim Torra, ha culminado mezclando el debate sobre los "presos políticos" con el recuerdo a las 16 víctimas mortales de los atentados. Los Mossos d'Esquadra y el Ayuntamiento de Barcelona tampoco se han puesto de acuerdo sobre la retirada de la pancarta contra Felipe VI, visible durante todo el acto.
Los Mossos d'Esquadra han requisado a la entrada de plaza Catalunya carteles contra la presencia del monarca. Sí se ha permitido la entrada de banderas de España y una 'senyera'.
Los saludos políticos también han servido para politizar el homenaje. Tras saludar al Rey, Torra no ha presentado a su esposa, sino a la de Joaquim Forn, uno de los ex consellers encarcelados por su papel en el procés. El propio Torra ha confirmado que su intención era convertir el saludo en un mensaje político: "Le he presentado a la esposa del conseller Forn, que está en prisión".
El Rey ha saludado posteriormente a las víctimas y sus familiares acompañados del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau y el presidente del Parlament, Roger Torrent. Las autoridades, al contrario de lo que es habitual, han ocupado la segunda fila del acto. La primera estaba reservada para las víctimas y sus familiares.