¿Por qué es la foto del día?
La liberación de los cinco miembros de La Manada ha generado toda una oleada de manifestaciones a lo largo y ancho del país. El grito de "no es abuso, es violación", critica la decisión de los jueces, que no apreciaron violación en el caso de que una mujer fuera penetrada 'sin consentimiento' por cinco hombres dentro de un portal.
La liberación de los encausados se dividió en dos tandas. Primero, los tres que se encontraban en la cárcel de Pamplona, liberados a las 18:00 de la prisión después de que hubiesen pagado la fianza de 6.000 euros impuesta por el juez. Son José Ángel Prenda, Jesús Escudero y Ángel Boza.
Posteriormente, se procedió a liberar a los otros dos miembros del grupo que se encontraban en la cárcel militar de Alcalá de Henares, en Madrid: el guardia civil Antonio Manuel Guerrero y el miembro de la Unidad Militar de Emergencias, Alfonso Jesús Cabezuelo. Abandonaron el centro penitenciario a las 19:30 horas en un taxi. La indignación en el exterior fue palpable y uno de los manifestantes que se encontraba en la zona propinó una patada al vehículo en el que se encontraba uno de los condenados.
La Audiencia que ha aprobado su liberación asegura que es difícil que vuelvan a delinquir porque "han perdido el anonimato". Y señalan la distancia entre Sevilla y Madrid como otra de las condiciones que garantizarían que "no tomen represalias". La decisión, sin embargo, ha provocado un fuerte rechazo: varias de las personas que viven en su vecindario de Sevilla han expresado su temor a que vuelvan a actuar.
