¿Por qué es la foto del día?
Los pensionistas han desafiado el agua, la nieve y el frío para organizar toda una ola de manifestaciones reivindicativas con las que conseguir una pensión digna que garantice su supervivencia.
Las concentraciones se han producido en toda España y han reclamado, por ejemplo, el final del Pacto de Toledo. El acuerdo, que se firmó en la década de los 90, fija que las pensiones solo se financian con las cotizaciones de los trabajadores. Algo que excluye a las grandes empresas: cambiaría si se financiasen vía presupuestos, una de las reivindicaciones de los colectivos.
Otro de los problemas que enfrentan los jubilados es la revalorización de las pensiones. La cuantía de su sustento solo aumenta un 0,25% cada año, mientras que los precios suben un 1,5%. Esto es, en definitiva, una bajada del poder adquisitivo y, por tanto, una bajada encubierta de las pensiones, ya que se asume que el gobierno debería recaudar más dinero vía impuestos indirectos.
Si este sistema no cambia, los jubilados sufrirán una pérdida de poder adquisitivo del 30% en 20 años, algo especialmente duro en las personas que cobran una pensión no contributiva que, en ocasiones, no alcanza los 400 euros mensuales.
Algunos expertos han señalado la conveniencia de contratar un plan privado de pensiones que, en definitiva, privatizaría el sistema y sería especialmente beneficioso para el sector financiero. Un suculento botín que los manifestantes no quieren regalar: apuestan por salvar el actual sistema público y, tal y como han demostrado en esta jornada, prometen dar mucha guerra.
