¿Por qué es la foto del día?
La famosa Tomatina ha llegado a Buñol otro año más. Ayer, 31 de agosto, el pueblo valenciano se tiñó de rojo para celebrar esta tradicional fiesta de interés turístico nacional como es debido. Esta particular batalla alimentaria se caracteriza por estar compuesta por miles de turistas, aficionados y habitantes de pueblos de la zona que luchan entre sí lanzándose tomates.
Este año, la Tomatina se ha caracterizado por tener un componente claramente social. La batalla vegetal se ha centrado en la lucha de tomates (obviamente) y en la lucha contra la violencia machista y la homofobia. Más de 22.000 participantes han formado parte de una lucha en la que se han lanzado hasta 160 toneladas de tomates a lo largo del pueblo valenciano.
Protegidos por cualquier harapo viejo o con cascos hechos con cualquier material conseguido en casa, los turistas de distintos países como India, Rusia o Japón y los habitantes de la localidad se empezaron a lanzar tomates chafados como marcan las reglas de la fiesta poco antes de la pirotecnia lanzada poco antes de las 11 de la mañana. Tras una hora de batalla, otra pirotecnia marcó el final de la batalla de tomates con las calles del pueblo bañadas de rojo.
La Tomatina comenzó en 1945, cuando unos jóvenes empezaron una pelea por las calles del pueblo. Desde entonces y hasta la actualidad, la Tomatina se ha celebrado año tras año y desde 2002 es Fiesta de Interés Turístico Nacional. Además, desde 2013 los turistas que procedan de cualquier otro lugar que no sea Buñol deben pagar la entrada para participar en la fiesta para así no superar el aforo establecido.