¿Por qué es la foto del día?
Miles de personas, convocadas por diversas asociaciones ecologistas (WWF, Ecologístas en Acción, Lobo Marley o el partido PACMA), se han manifestado este fin de semana en Madrid para pedir que se considete el Lobo Ibérico una especie protegida.
En los últimos años se ha venido organizado una guerra abierta contra los lobos provocada por el descontento de los ganaderos, quejosos de que este animal se come a su ganado. Cuando los expertos en conservación ambiental y ecologismo conocerán varias medidas que permitan la coexistencia entre esta especie en su hábitat natural y la ganadería (una de las peticiones de la manifestación), los gobiernos y los intereses económicos optan por mirar hacia otro lado.
El lobo ibérico es una especie en peligro de extinción, propia de nuestras tierras, a las que ofrecemos un patriotismo pasional cuando de política, territorio y costumbres se habla, pero no para proteger a su fauna. En Portugal sí es considerada una especie protegida, pero aquí (volvemos al mismo tema) mantenemos las costumbres que consisten en matar toros como forma de arte, pero cuando la tradición es un animal, pues también optamos por dejarlo desaparecer.
Los ganaderos prefieren la escopeta a las soluciones reales, lo mismo que ocurre en la agricultura con los jabalíes y otros animales que, viviendo en su entorno natural, les destrozan sus trabajos. Pero, ¿quiénes somos nosotros para plantarnos en su tierra y eliminarlos? Y si surge un conflicto de territorio, ¿por qué optar por la muerte y no las medidas de reajuste que se estudia desde diversas disciplinas ambientales?
En la manifestación se ha recordado, con diversas pancartas, a Félix Rodríguez de la Fuente, férreo defensor del Lobo Ibérico, que tanto nos enseñó de él y de otros animales.