El Consejo de Ministros ha aprobado el Real Decreto que permite la venta de los test de autodiagnóstico (antígenos o serológico) contra la COVID-19 en farmacias sin necesidad de receta.
Los test de antígenos son una prueba sencilla que se puede hacer en casa sin la necesidad de un sanitario y que en pocos minutos revela si la personas está contagiada o no de coronavirus. Su precio oscilará entre los 7 y los 12 euros.
Cómo hacer el test
Su uso es muy sencillo. Primero hay que verter el reactivo en el pequeño tubo de ensayo que viene en el kit que se vende en las farmacias. A continuación, debes introducir el bastoncillo o hisopo en cada uno de los orificios nasales como unos dos centímetros y medios. Es decir, algo más de la zona que viene recubierta de algodón. Una vez dentro, hay que girarlo en cada orificio durante unos cuatro o cinco segundos.
Al extraer el bastoncillo, tienes que meterlo en el tubo de ensayo que contiene el reactivo que has puesto previamente. Hay que girar el bastoncillo y dejarlo ahí durante un minuto aproximadamente.
Por último, sacas el bastoncillo del tubo de ensayo y ya puedes tirarlo a la basura. Bastará con que viertas tres gotas del tubo de ensayo sobre la S de la placa del test. Habrás de espera unos 15 o 20 minutos para conocer el resultado.
Para que el resultado sea positivo se tienen que ver de manera clara las dos líneas horizontales, la (T) y la (C). El resultado será negativo cuando solo se muestre el rastro de la línea de control, (C).
En caso de que el resultado de la prueba de antígenos hecha en casa sea positivo, se deberá comunicar al médico de cabecera. En este caso, el resultado se confirmará mediante una PCR.
