El pasado martes 11 de febrero, el Congreso aprobó tramitar la proposición de ley socialista con la que España reconocerá el derecho a poner fin a la vida de aquellas personas que padezcan un sufrimiento físico o psíquico insoportable y sin esperanzas de curación, pero no se enfrenten a una muerte inminente. Es decir, se reconocerá el derecho a la eutanasia.
Tanto el PP, como UPN, Foro Asturias y VOX, han expresado su negativa ante la propuesta de ley, que es ya la tercera vez que se intenta vislumbrar.
Según el PP, la iniciativa solo esconde una "medida de recorte" para los gastos de la medida de cuidados de aquellos afectados, mientras que para VOX la iniciativa es "el reconocimiento del derecho a matar".
El derecho a la eutanasia se incluirá como una prestación más de la Seguridad Social, y cualquier persona que cumpla con las condiciones requeridas puede ser beneficiario de la misma.
Lourdes Méndez, diputada de VOX, no dudó en intervenir en el debate sobre la eutanasia:"Ninguno de estos argumentos apelan a la fe, ni apelan a la religión, pero personalmente déjenme desearles a quien apruebe esta ley, que dios les perdone", alegaba.
Las declaraciones de VOX y la respuesta de Joan Baldoví
Sin embargo, recibió una respuesta que fue aplaudida en el Congreso. La de Joan Baldoví, de Compromís: "A la señora de VOX, decirle que soy de los que va a votar a favor, y estoy seguro que si dios existe me perdonará, porque sabrá entender que votamos teniendo en cuenta valores tan importantes como la solidaridad, la piedad, la compasión, cosa que parece que no tengan en cuenta estos grandes cristianos que quieren dar lecciones aquí".
Y es que, según la proposición del PSOE, toda persona mayor de edad con nacionalidad española o residencia legal y plena capacidad de obrar y decidir, podrá solicitar y recibir ayuda para morir. La petición debe estar realizada de forma "autónoma, consciente e informada", y debe encontrarse en los supuestos de "enfermedad grave e incurable o enfermedad grave, crónica e invalidante causante de un sufrimiento físico o psíquico intolerable".
En el texto se contemplan dos modalidades de eutanasia: la administración al paciente de una sustancia letal por parte del profesional médico o la prescripción de la misma para que se la autoadministre. En ambos casos el paciente estará acompañado del médico hasta que se produzca la muerte.