El ayuntamiento de Zaragoza dirigido por Pedro Santisteve (Zaragoza en Común), ha sido el responsable de resolver la deuda de los servicios públicos municipales tras dos años y medio de gobierno. El déficit de más de 64 millones de euros era una herencia recibida tras 12 años de gobiernos socialistas y ocho populares.
La capacidad de pago del Ayuntamiento se ha visto reforzada gracias al equilibrio en las cuentas y al superávit con el que cuenta el Consistorio. Esta situación será fundamental para garantizar el pago de los servicios públicos esenciales como el suministro de agua, recogida de basuras, transporte, plan de choque contra la crisis o el control de los pabellones deportivos.
Con esta medida, el Ayuntamiento de la capital aragonesa resuelve una deuda contra la que prometió luchar en los cuatro años de la legislatura. Ha conseguido terminar con ella a mitad de su mandato.
El plan de reducción de deuda es fundamental para que el Ayuntamiento consigua acceder a nueva financiación y nuevas contrataciones con menor importe, a cuenta de la seguridad en el pago que ofrece la institución.
Parte del montante de la deuda ya se había resuelto previamente en el año 2016. En diciembre de este año, se había resuelto por completo el déficit acumulado en servicios como el suministro de agua (4 millones), plan de chcoque contra la crisis (1,5 millones), transporte (7,2 millones) o teleasistencia (1,6 millones).
Desde la institución dirigida por Podemos se recalca que se trata de "un esfuerzo para dotar correctamente los servicios municipales, de tal forma que se pudieran pagar todas las certificaciones de un año".
El pago de estos servicios se consiguió tras la aprobación de los últimos presupuestos municipales, en los que se dedicó una partida específica para evitar las últimas multas impuestas por la Justicia. El Consistorio había tenido que pagar indemnizaciones a las concesionarias por los fuertes retrasos en el pago de estos servicios durante los gobiernos anteriores.
Financiación externa
Gracias al saneamiento de las cuentas y al superávit con el que cuentan las arcas municipales, el Ayuntamiento podrá evitar el plan de contención del gasto que Montoro ha impuesto desde La Moncloa.
Esta situación permitirá que la capital aragonesa obtenga nueva financiación con menores intereses por primera vez en siete años. Por ello, tendrá la oportunidad de realizar nuevas inversiones y tendrá mejores condiciones para renegociar nuevos créditos.
Esta situación es análoga a otros Consistorios como el Ayuntamiento de Madrid, encabezado por Manuela Carmena (Ahora Madrid), cuya política ha permitido reducir la mastodóntica deuda heredada por los gobiernos de Ana Botella y Alberto Ruiz Gallardón (PP). El Consistorio capitalino llegó a acumular mayor déficit que la suma del conjunto de todos Ayuntamientos españoles.
