La última decisión de Inditex en Pontevedra, que había prometido el traslado de su tienda de Zara a una de las esquinas más cotizadas de la ciudad, en la confluencia de las calles Michelena y Gutiérrez Mellado, ha provocado una cascada de consecuencias entre los comerciantes de la zona.
Inditex tenía intención de ocupar el edifico completo, Michelena, 11, que hace esquina en la calle, junto con un solar contiguo que previamente se utilizaba para el acceso de unas galerías comerciales llenas de tiendas, conocidas como Galerías Oliva.
Sin embargo, el cierre de este antiguo espacio ha dado pie a cerrar el proyecto y que la multinacional descarte por completo instalarse en este punto emblemático de la ciudad.
Consecuencias inmediatas
Una decisión que inmediatamente ha traído consecuencias en esta zona comercial. El traslado de Zara había llevado a muchos inversores a interesarse por los locales comerciales disponibles en la zona, por lo que se potenció el alquiler. Pero ahora, esta situación se ha estancado, puesto que no se ve tan rentable este lugar tras la marcha de Zara.
"La gente pregunta qué pasa con lo de Zara, pero se interesan menos por los locales", ha explicado un responsable de la Inmobiliaria Bolboreta, en declaraciones a Diario de Pontevedra. Los dueños de los locales reclaman alguna solución para potenciar y revitalizar la zona, como resolver la cuestión judicial, consolidando el paso de acceso tal y como estaba desde 1963.
"Evidentemente sí se han enfriado muchísimo las expectativas que se habían creado en esa especie de onda expansiva del motor de Zara", ha explicado el dueño de otra inmobiliaria que opera en la zona en declaraciones al citado medio.
Un litigio
La empresa presentó la solicitud para una macrotienda de Zara en junio de 2023, una licencia que incluía la demolición parcial del edificio situado en Michelena, 11, así como una reconstrucción del inmueble para el que se comprometía a conservar la fachada original.
Previamente, una solicitud ya había denegado la demolición completa del inmueble, a lo que también se suma un segundo edificio en el proyecto, en Gutiérrez Mellado, 3, donde se ubica el paso peatonal, que fue demolido entre mayo y agosto, después de cerrar el paso.
El proyecto, que reúne a varios inversores, lleva varios meses congelado después de que la propietaria de algunos locales de la galería comercial haya reclamado mantener el paso peatonal, y que decidió acudir a los tribunales ante la falta de un acuerdo. El juicio se ha aplazado en dos ocasiones y está previsto nuevamente el 27 de noviembre.
La empresa ya ha comenzado a buscar nuevos emplazamientos en los que podría reunir algunas de las marcas del grupo bajo un mismo espacio. En todo caso, la multinacional se enmarca al final del proceso judicial para adoptar una decisión.
El traslado de Zara a este nuevo punto contemplaba un edificio de cuatro alturas, incluyendo entresuelo, a las que previsiblemente trasladar las tiendas de la firma en Pontevedra, y el resto destinarlo a oficinas. Un complejo enfocado en la experiencia del cliente y para el que se había destinado un espacio de 4.000 metros cuadrados.