La jueza del caso Erial pone en libertad a Zaplana y dos de sus testaferros, los tres principales acusados en el Caso Erial. Eduardo Zaplana ya había recurrido su entrada en prisión incondicional alegando graves problemas de salud. La jueza de instrucción de Valencia, Isabel Rodríguez, decretó prisión incondicional por supuestos delitos de cohecho, malversación de fondos públicos, contra la Hacienda y de blanqueo de capitales. Mientras, el expresidente valenciano niega todos los cargos. Ahora, la magistrada argumenta que no existe riesgo de destrucción de pruebas, por lo que habrá que esperar a la firma de una sentencia firme.
La jueza que investiga a Zaplana en secreto desde el año 2015 y responsable de su entrada en prisión el pasado martes 22 de mayo, alega el riesgo de fuga por la gravedad de las penas que se le imputan y la existencia de riesgo de destrucción de pruebas, que la defensa del exministro de Aznar niega. La instructora también considera que existen indicios de que Zaplana recibió sobornos por importe de 6'4 millones de euros vinculados a la adjudicación de las estaciones de ITV y de los parques eólicos de la Comunidad Valenciana mientras era presidente regional.
Este dinero lo habría recibido en 2005 y 2006 de empresas de la familia de Juan Cotino, exdirector general de la policía y expresidente de las Cortes valencianas. En concreto fueron detenidos Juan y Vicente Cotino, sobrinos del expolítico, el mismo día que Zaplana, sin embargo, quedaron en libertad el jueves.
Posibilidad de cumplir la condena en su domicilio
La sentencia no se refiere en ningún momento a los problemas de salud de Zaplana, que según su entorno sufre una grave enfermedad por la que debe seguir un tratamiento médico. Por este motivo, el recurso que presentó este viernes su abogado, Santiago Milans del Bosch, hace alusión a la salud del exministro del PP y asegura que en prisión puede sufrir "un grave deterioro", ya que considera que es imposible que reciba un tratamiento adecuado por la enfermedad que padece.
El letrado recordó que la ley contempla la posibilidad de que la prisión incondicional se verifique en el domicilio del investigado, con las medidas de vigilancia que se consideren oportunas, cuando la permanencia del condenado en prisión suponga un grave peligro para su salud. Asimismo, Milans de Bosch cree que es "impensable" que Zaplana vaya a fugarse debido a sus mala condición física y porque daría por hecho que es culpable, cuando en realidad niega todos los delitos que se le imputan .