RossCreations es otro youtuber dispuesto a liarla. Y mucho. Este personaje australiano podría enfrentarse a cinco años de prisión por disfrazarse de operario y desmontar dos señales de 'stop' que encontró por la calle. La Policía cree que ha podido cometer un delito contra la seguridad pública y otro de robo.
En el vídeo de la polémica, aparecía RossCreations grabándose mientras retiraba dos señales de tráfico porque consideraba que eran innecesarias. El peligro vino después, cuando los vehículos comenzaron a circular por el cruce y no se paraban al no haber señales que lo indicaran, un problema que podría haber generado algún accidente de tráfico. El autor y un compañero, mientras tanto, se reían de la situación.
A pesar de ello y de que estaba cometiendo un delito, el youtuber consideró necesario publicarlo en internet evidenciando su identidad, por lo que las autoridades procedieron a detenerle durante los días posteriores.
Sin embargo, RossCreations consideró que los problemas legales en los que se había metido podían generar un buen espectáculo, así que tampoco dudó en llamar a un tercero que se dedicó a grabar la actuación de la Policía australiana mientras accedía al interior de su domicilio.
Mientras tanto, el detenido ha comenzado una campaña de recogida de fondos para conseguir 5.000 dólares con los que pagar los daños que ha causado. Sin embargo, con ello no terminará su osadía judicial.
La legislación australiana es muy estricta con este tipo de delitos, y plantea hasta cinco años de prisión para todos aquellos que terminen poniendo en riesgo la seguridad vial de los ciudadanos.
Con este hecho, no es la primera vez que una broma le sale cara a RossCreations. En otra ocasión consideró que debía saltar por encima de un coche patrulla de la policía y fue detenido. En otras ocasiones, al más puro estilo "Caranchoa", ha terminado recibiendo más de una agresión física porque las víctimas de sus bromas no compartieron la gracia que él pretendía hacer.
Los youtubers, en constantes problemas legales
La libertad que ofrece la red a la hora de publicar un contenido ha provocado que en más de una ocasión algún youtuber se haya visto envuelto en algún caso con el que no contaban.
Es lo que ha sucedido recientemente con dos padres, que han perdido la custodia de sus hijos entre acusaciones de abuso infantil por las constantes bromas que publicaban hacia sus hijos en Youtube.
O la imputación por abusos sexuales que recibió Wilson Alfonso, un joven de 24 años que se dedicaba a subir vídeos en Youtube en los que se dedicaba a besar a mujeres en contra de su voluntad.
Junto a todo ello, hay que tener en cuenta muchos más casos de este tipo como el del youtuber que fue condenado por ofrecer galletas con dentífrico a un indigente, o el que se dedicó a rociar con gas pimienta una pizza para estampársela en la cara a un repartidor.
¿Faltan límites en internet? ¿Debemos ampararnos en la libertad de expresión? ¿Las penas que se imponen son adecuadas o demasiado estrictas?