Yolanda Couceiro Morín fundó España y Libertad, aunque también es conocida por no tener pelos en la lengua y mojarse en los temas más controvertidos. La (de nuevo) popular, fichaje estrella de la líder en Vizcaya (Raquel González), ha concedido una entrevista a El Correo de Madrid en la que ha aclarado su visión acerca del partido de Casado, cuáles son sus expectativas y qué piensa acerca de la estrepitosa subida de VOX.
Sorprendente ha sido su respuesta acerca de por qué piensa que es necesario votar al PP en el País Vasco, ya que alegó que los cambios habían permitido que se haya creado una línea ideológica robusta. "Creo que el PP, en breve, no mucho tiempo, estará posicionado cerca de corrientes políticas cercanas a Orbán o Sebastian Kurz", declaraba.
Víktor Orbán es el presidente de Hungría, suspendido temporalmente en el Partido Popular Europeo por amenazar el estado de derecho en su país y vinculado a grupos de extrema derecha y de corte xenófobo. Sebastian Kurz, por su parte, ha gobernado Austria en un ejecutivo de coalición con la extrema derecha (FPÖ), a la que cedió las carteras de Interior, Exteriores y Defensa. Un gobierno que se rompió en 2019 cuando el líder ultra dimitió salpicado por un escándalo de corrupción relacionado con un oligarca ruso.
A la popular no se le ocurrió otra cosa que comparar a Casado con Kurz, uno de los líderes más conservadores. Quizá porque la estrategia del austríaco para hacer frente a los movimientos de extrema derecha haya sido imitarla, pero de manera más democrática y educada. Y es que la popularidad de este subió como la espuma, a pesar de que el centroizquierda se mantuviera durante años en el poder. Y quizá también porque Kurz ha pecado de lo mismo que el Partido Popular en diversas comunidades autónomas: conseguir el poder gracias a la extrema derecha.
No me canso. Andalucía, Murcia y Madrid, la demostración de que podemos desplazar a la izquierda con acuerdos entre PP, CS y VOX. Los ciudadanos, los patriotas, pedimos altura de miras y acuerdos, con respeto a la independencia de cada partido, a sus siglas y a sus militantes. pic.twitter.com/2iGL3kprWR
— Yolanda Couceiro (@yolandacmorin) August 19, 2019
Sin embargo, este líder ya ha sobrepasado los límites: cerró sus fronteras, mezquitas y prohibió el velo islámico en las escuelas públicas, además de haber disminuido los fondos destinados a la integración de extranjeros. Su discurso xenófobo poco tiene que ver con lo democrático, aunque poco parece importar: Kurz tiene una conexión con sus electores difícil de alcanzar.
Asimismo, la realidad es que poco se diferencia de Orbán, el primer ministro húngaro que se define a sí mismo como el defensor de Hungría y Europa ante los inmigrantes musulmanes. Racista y autoritario, volvió a ganar las elecciones por tercera vez consecutiva. Orbán incluso llegó a ordenar la construcción de una valla en la frontera con Croacia, ante su ansia de no aceptar inmigrantes en el país. El conservador lleva diez años gobernando en Hungría con mayoría absoluta, y se ha convertido en uno de los líderes más peligrosos de la Europa actual.
'Hermana' de VOX
Por ello sorprende la comparación de Couceiro, aparentemente ansiosa de que el Partido Popular alcance tales extremos. Si bien es cierto que no es de extrañar, ya que define a los fieles seguidores del partido de Abascal como sus "hermanos": "Podemos disentir en algunos asuntos, pero los militantes de VOX y el PP nos conocemos, hemos compartido actos y aquí en el País Vasco hemos compartido lucha contra ETA y hasta escoltas. Somos hermanos, sin duda", declaró.
Destacable, puesto que un año atrás declaró a El Mundo que, aunque su marido había decidido afiliarse con VOX, ella se mostraba contrariada a lo que representaban. "No me fío", zanjó. Quizá el tiempo haya reforzado su confianza, o los valores de los mismos hayan convencido a la vizcaína, ya que el discurso xenófobo o la polémica acerca del muro en Marruecos que tanto sonó concuerda más con los mencionados Kurz y Orbán.
Yolanda Couceiro, además, no dudó en lanzar un dardo contra Otegi, refiriéndose a él como "personajillo" e "impresentable". Asimismo, también quiso echar más leña al fuego respecto a los MENAS: "Nos cuestan más de 60 millones de euros al año. Además, tenemos un grave problema de inseguridad y violencia en las calles", alegó, pareciendo la mismísima Rocío Monasterio hablando del barrio de Hortaleza.