La debilidad del Estado Islámico (ISIS) ha provocado que en los últimos meses reivindiquen cualquier atentado que suceda. Sin ir más lejos, el ocurrido el pasado 2 de octubre en Las Vegas en el que murieron 59 personas y hubo más de 500 heridos, fue reclamado para sí mismo por la banda terrorista. Se trató de la mayor matanza con arma de fuego de la historia de EEUU, pero las autoridades demostraron que el Daesh no tenía nada que ver.
Ahora, tras los graves incendios que han azotado Galicia y Asturias y que han dejado hasta cuatro personas mayores fallecidas en la comunidad gallega, los círculos yihadistas reclaman en diferentes redes sociales que se cometan actos de este tipo. El objetivo, el de siempre: infligir el mayor daño a Occidente de cualquiera de las maneras. Matanzas, bombas, atropellos y ahora incendios provocados.
Yihadistas medioambientales
Que el Daesh tiene los días contados es algo que todos sabemos. Sin embargo, se desconoce el daño que causarán hasta lograr su desaparición definitiva. Hasta ahora, su forma de actuar estaba basada en la colocación de coches bomba, yihadistas suicida, atropellos masivos y apuñalamientos callejeros. Sin embargo, algo se cuece en las redes terroristas.
A través de la red de mensajería Telegram -competidor de WhatsApp-, varios perfiles vinculados al ISIS han reclamado a sus compañeros de lucha que empleen los incendios provocados como el de Galicia como una forma de atacar a los países occidentales. Uno de estos grupos organizados es el Batallón Abu Mughira Al Qahtani, que se encuentra promoviendo este tipo de actos terroristas, tal y como informa El Español.
Diferentes expertos en seguridad internacional se han visto alarmados por la proliferación de estos mensajes de terroristas que apoyan este tipo de actos salvajes e irracionales. Lo denominan la "yihad medioambiental" y el daño causado puede ser incluso mayor que cualquier atentado. Se destruye el medioambiente, fallecen personas como consecuencia de su lucha contra el fuego, las pérdidas materiales y económicas son innumerables y aumenta la impotencia en la población ante estas eventualidades.
El codirector del Observatorio de Seguridad Internacional, Chema Gil Garre, asegura que diferentes perfiles terroristas "reclaman las consecuencias de lo que ha ocurrido en Galicia como eventuales acciones de yihad".
Otros precedentes
No es la primera vez que el término de yihadistas medioambientales sobrevuela el debate relacionado con estos actos. Durante el año 2012, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia acusó a Al Qaeda de ser el principal responsable de los fuegos que asolaron toda Europa ese mismo año.
Solo en España en ese año ardieron 216.983 hectáreas, según los datos del estudio de la Fundación Civio. Sin embargo, todo el continente europeo se vio arrasado por las llamas. El director de la FSB, Alexandr Bórtnikov, aseguraba que se trataba de un acto perpetrado por Al Qaeda en un giro copernicano a su estrategia terrorista.
Hay yihadistas que están reclamando la provocación de incendios como acción a seguir
Sin embargo, la desesperación de los terroristas por ocupar las portadas de todos los medios de comunicación y sembrar el terror en la ciudadanía ha hecho que sus fieles servidores promuevan estas atrocidades. En el mismo año en el que Europa ardía en llamas, un grupo de musulmanes que vivía en Australia adoctrinaba a sus seguidores para que realizaran la "yihad forestal", esto es, incendiaran bosques y ciudades en dicho país.
Pese a los intentos de los terroristas, ya sea de Al Qaeda o el ISIS, de arrogarse incendios o promoverlos, hasta ahora no se tiene constancia de que hayan llevado alguno a cabo. Según destaca el propio Gil Garre "nunca se ha reivindicado una acción medioambiental". Este experto asegura que ningún terrorista ha reivindicado los incendios que han arrasado Galicia y dejado a su paso cuatro fallecidos. "Hay yihadistas que lo están reclamando como acción a seguir", advierte Garre.
Galicia arde
En los últimos días, la comundiad gallega ha sido víctima de unos incendios presuntamente provocados. La virulencia de las llamas ha sido tal que ha dejado a su paso cuatro víctimas mortales. Hasta 35.500 hectáreas han sido arrasadas por el fuego. Las autoridades se encuentran a la espera de erradicar los focos para iniciar el proceso de investigación que determine las causas de los incendios y los nombres de los culpables.
Por ahora solo una persona ha sido enviada a prisión en Orense acusada de un delito de incendio forestal de especial gravedad por haber provocado uno de los fuegos el pasado domingo 15 de octubre.
Las cifras del terreno quemado son alarmantes puesto que para alcanzar una cantidad así hay que sumar las hectáreas quemadas de los últimos tres años: en 2014 fueron 1.909; en 2015 fueron 11.535 y en 2016 fueron 20.788. En lo que vamos de 2017, a las 35.500 hectáreas que sufrieron las consecuencias de unos locos hay que sumarle las 12.600 que ardieron a principios de este año.
Los expertos en seguridad internacional niegan que el terrorismo yihadista haya tenido algo que ver con esta quema descontrolada de los bosques y los montes. Según afirman, la experiencia en Galicia se ha mantenido a lo largo de los últimos años. Existe una extraña cultura de quema de la naturaleza en la que pirómanos y otro tipo de seres inhumanos han devastado miles de hectáreas con unos fines un tanto peculiares y oscuros.
