Nuevo escándalo en el entorno de la Familia Real. En este caso, se trata de la compra de la yegua de Victoria Federica de Marichalar y Borbón, hija de la infanta Elena, sobrina de Felipe VI y nieta del rey emérito.
La adquisición de la yegua se encuentra bajo sospecha. Los pagos de la manutención del animal, que han corrido a costa del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, exdirectivo de Goldman Sachs, no fueron declarados a la Agencia Tributaria, lo que ha abierto una investigación por posible blanqueo de capitales, según El Confidencial.
La Fiscalía del Tribunal Supremo, según el citado medio, tiene pruebas de que la compra de la yegua y otras facturas fueron pagadas por la Casa Real con dinero de este empresario y que "ni los pagos ni el disfrute de los propios fondos transferidos por el empresario mexicano fueron declarados a la Agencia Tributaria por el monarca ni el resto de los supuestos beneficiarios del dinero".
El rey emérito habría utilizado un testaferro para ocultar la recepción del dinero de Sanginés-Krause. Se trataría de un coronel del Ejército del Aire y trabaja en Zarzuela como ayudante de campo. La yegua fue adquirida en el año 2015 a la cuadra española Maihorses por un precio superior a los 10.000 euros.
En el anuncio se destacaba entonces su capacidad para el aprendizaje en saltos. "Experiencia con niños y un carácter increíble", aseguraba el mensaje con el que se publicitaba el animal que finalmente adquirieron para Victoria Federica.
Zarzuela aseguró entonces, sin embargo, que el animal, bautizado con el nombre de Dibelunga, había sido adquirido por la infanta Elena, alegando que Victoria Federica era menor de edad, sin alegar mayores explicaciones. Pero la Fiscalía del Tribunal Supremo maneja ahora pruebas de que la compra del animal y otras cuantiosas facturas relacionadas con el adiestramiento y manutención fueron pagadas por Casa Real con dinero del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause.
Sanginés-Krause-Krasue, investigado por supuestamente costear gastos de Juan Carlos I
Sanginés-Krause-Krause, un industrial propietario de una de las mayores fortunas de México, está siendo investigado por, supuestamente, haber costeado irregularmente todo tipo de gastos del Rey Juan Carlos, como tratamientos médicos, vuelos, estancias en hoteles y restaurantes. La yegua, a ojos de los investigadores,s probaría que los fondos de este empresario también fueron disfrutados por otros miembros de la familia del monarca.
Ninguno de esos pagos ni fondos transferidos por el empresario fueron nunca declarados ante la Agencia Tributaria por parte del rey Juan Carlos ni ninguno de los supuestos beneficiarios. Las diligencias apuntan a una red de testaferros. Entre estos gastos aparecen viajes a Irlanda o las islas griegas en hoteles de lujo.
Estos hechos se producen, precisamente, un día después de que se haya conocido la existencia de un fondo de Juan Carlos I en la isla de Jersey con diez millones de dólares. Esto ha motivado una nueva investigación que se une al resto de pesquisas en torno a los negocios que ha mantenido el rey emérito durante las últimas décadas.