Tener un yate ya está al alcance de todos. Igual no es el más lujoso ni el más amplio, y ni siquiera tiene motor, pero cumple la principal función de un yate: disfrutar de la inmensidad del mar, bajo el sol del verano junto a tu familia o amigos. Esta embarcación hinchable se ha hecho viral como el "yate para pobres", y lo está petando en Amazon con una gran cantidad de compras y críticas positivas en las redes sociales.
El producto oficial tiene un nombre mucho más enrevesado: '6-Person Inflatable Bay Breeze Boat Island Party Island'. Y está a la venta en Amazon por un precio de 350 dólares, lo que son poco más de 300 euros. Se trata de una colchoneta gigante, que pesa 30 kilos en seco y tiene una capacidad para seis personas.
Este yate hinchable cuenta además con un montón de detalles para disfrutar del viaje en alta mar. Tiene incorporada una nevera para refrigerar unas cervezas o refresos, e incluso cuenta con una piscina ideal para niños. Eso sí, la embarcación no tiene remos, ya que su principal objetivo es flotar en el océano y dejarse llevar por la marea, pero no llegar a navegar.
Flamencos y ataúdes hinchables
Su mote de "yate para pobres" no es simplemente una broma originada por los internautas, sino que fue el propio Amazon y sus vendedores los que anunciaron la colchoneta como "un yate para quienes ganan el salario mínimo en España". Lo cierto es que esta variante de yate se suma a toda una gama de embarcaciones de plástico, todas hinchables y a cada cual más grande, que se han hecho famosas desde el verano pasado y que se han diseñado con todo tipo de formas y colores.
El 'yate para pobres' ya está haciendo sombra a los flamencos gigates, que sin duda alguna fueron las colchonetas más populares del verano de 2018 y que se pudieron ver en todas las playas y piscinas de España y parte del extranjero. También en Amazon se pueden encontrar cisnes o flamencos de seis plazas que prometen diversión y aventuras en el mar por precios desde los 180 hasta los 240 dólares.
Una de las colchonetas más famosas en las redes con las que poder naufragar flotando sobre las aguas de cualquier playa, es el divertido ataúd flotante del diseñador Andrew Greenbaum. En esta construcción de plástico uno puede encerrarse, y dejarse llevar por las corrientes marinas hasta aparecer en mitad del océano, o incluso desembarcar en una playa desierta donde pasar el resto del verano, o de la vida.