El pasado 24 de abril, el Consello de la Xunta de Galicia aprobó la distribución de mascarillas en las farmacias para repartirlas de manera gratuita a determinados colectivos, tales como pensionistas, parados y grupos en riesgo de exlclusión social. Se entregarían un total de 2,2 millones de mascarillas quirúrgicas mediante 719.000 paquetes.
Pensionistas con rentas inferiores a los 18.000 euros al año, además de los receptores de las rentas mínimas de inserción y parados sin prestación de desempleo serían principalmente los que recibirían estas mascarillas para asegurar protección contra el coronavirus a los grupos más vulnerables.
La sorpresa ha sido comprobar que estos paquetes de mascarillas se han distribuido en un envoltorio de plástico con el logo de la Xunta. Según recoge Galicia Confidencial, el Gobierno regional habría destinado casi un millón de euros, 952.187 euros para ser exactos, en grabar este logo en las mascarillas.
Con esta medida se prevé beneficiar a un total de 718.562 personas. Aunque resulta llamativo que esta medida se produce después de que el Gobierno liderado por Alberto Núñez Feijóo planea convocar las elecciones autonómicas para julio de este año. ¿Son mascarillas de propaganda?
700.000 euros para curas en hospitales
Esta no ha sido la primera medida polémica de Albert Núñez Feijoó durante la crisis del coronavirus. El Gobierno de la Xunta de Galicia no solo ha seguido manteniendo la partida de los presupuestos que se destina a la contratación de religiosos para el Servicio Gallego de Salud (Sergas), sino que la aumentado.
De los 652.000 euros que se destinaban a este propósito en 2017, se pasó a 658.000 en el 2018 y ha acabado escalando hasta superar los 700.000. Este dinero está encaminado a la contratación de 52 curas, algunos de ellos a jornada completa y otros a media jornada.
Los que denuncian estas partidas aseguran no estar en contra de las personas que demandan la presencia de sacerdotes en centros hospitalarios, sino que piden que no se financien con dinero público. Y es que con ese presupuesto se podría contratar a 15 médicos de atención primaria, 20 fisioterapeutas o 25 enfermeros. "Donde tenemos déficit no es en sacerdotes, sino en profesionales", alegan desde el PSOE de Galicia.
