Si hay una aplicación que usamos prácticamente todos los días, esa es WhatsApp. Y, por curioso que parezca, esta sigue sorprendiéndonos día a día. Los entresijos de la aplicación son inconmensurables, o eso parece.
Todos los días compartimos fotografías con nuestros amigos, compañeros de clase, compañeros de trabajo, familiares... Imaginad si es habitual compartir fotografías mediante WhatsApp que la propia empresa ha aseverado que, diariamente, se comparten más de mil seiscientos millones de fotografías. Y, por regla general, nos da exactamente igual cuál es la calidad de esas fotografías. Mas cuando estamos hablando de algo importante (como es la fotografía de nuestros sobrinos, o de nuestro gato), probablemente sí que nos moleste que al enviar la fotografía mediante la aplicación, esta nos acabe bajando considerablemente la calidad de la misma.
Pero hay una forma de conseguir que la calidad de las imágenes no baje, ¡un truco de la aplicación! Es muy fácil. En lugar de enviar la fotografía como tal, seleccionando desde el propio icono de la galería, hay otra opción. Y es que de este modo, las imágenes se comprimen automáticamente para que el envío sea mucho más fácil, pero esto hace que la calidad de la fotografía se pierda por el camino.
En lugar de enviarlas como imagen, lo que deberíais hacer es enviar la fotografía seleccionando la opción de 'Documento'; una vez ahí, debéis darle a 'Buscar otros documentos' y seleccionáis la opción de imágenes. De esta forma, aunque las imágenes pesen mucho más, no perderán nada de calidad. Eso sí: no podréis visualizarlas antes de enviarlas, con lo cual no podréis estar muy seguros de lo que estáis enviando. ¡Así que tened cuidado!