Ante las inminentes elecciones autonómicas del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid, los diferentes candidatos a la presidencia están desvelando cuáles son sus intereses y a costa de qué dan valor a su código moral. Esto se ha visto especialmente reflejado en la derecha, con Isabel Díaz Ayuso dando especial importancia a ver terrazas llenas de personas, mientras que la sanidad pública se ahoga (al menos literalmente en el Hospital Virgen de la Torre, de Vallecas, donde las lluvias lo han inundado ante la inacción de la, de momento, presidenta).
Por otra parte, VOX está haciendo total alarde de su ultracatolicismo a pocos días del 4M, queriendo presionar al PP para que colaboren con ellos. Está toda la estrategia de la ultraderecha tan pensada que han comenzado a generar dudas entre la población desde cosas que son directamente falsas.
Por ejemplo, Santiago Abascal dijo que quien haya votado por correo, que vaya a votar presencialmente si les genera más confianza, dado que de esta forma se anula el que hicieron por correo. Esto es mentira. Si votas por correo ya se te tacha de la lista. Lejos de ser ignorancia, hay quienes piensan que esto es pura estrategia política para "hablar de pucherazo electoral como buenas mascotas de Trump que son".
Sí que sabe cómo funciona el voto. Lo que pretende es generar dudas en el electorado conservador que haya votado por correo para que vayan a votar presencialmente y, cuando la mesa no les permita volver a votar, hablar de pucherazo electoral como buenas mascotas de Trump que son. https://t.co/OWKbTzpXUH
— Jota #Vota4M (@jornouk) April 29, 2021
De momento, hasta que llegue el "STOP THE COUNT!" de Trump pero españolizado, Hazte Oír ha alentado a Ayuso y a Rocío Monasterio a comprometerse con acabar con el derecho al aborto o al de la eutanasia en la Comunidad de Madrid, además de imponer un veto parental y derogar leyes LGBTI . De momento hay cierto consenso con terminar con los dos primeros derechos.
Hazte Oír contra los derechos garantizados
La entidad del autobús tránsfobo naranja se ha inmiscuido dando apoyo a VOX y, por otra parte, cargando contra Ayuso por haber dicho en 'Espejo Público', en mayo de 2019, que defiende "que las mujeres hagan y tomen cada decisión en libertad". También ha alentado a sus seguidores a escribir al jefe de campaña de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, para decir que si no cumplen con estas exigencias, que votarán a Rocío Monasterio. El objetivo final es que VOX tenga poder y con ello la ignorancia, el miedo y los ataques a los colectivos oprimidos.
De hecho, Rocío Monasterio ya se ha implicado en varias campañas de Hazte Oír. Sin ir más lejos, los seis puntos que esta entidad ha exigido al PP y a VOX es clavado al programa electoral del partido ultra. "Avanzar en la protección del derecho a la vida de todos los seres humanos (desde la concepción hasta la muerte natural)", siendo una clara referencia al aborto y la eutanasia.
Lo mismo con los derechos LGBTI o la protección de "símbolos cristianos" frente a la amenaza de la ley de Memoria Histórica (se especula que están hablando de la cruz del Valle de los Caídos). También quieren acabar con las restricciones de movilidad y rebajar los impuestos autonómicos (cosa que no beneficia a la clase trabajadora).
Respecto a las pseudoterapias de conversión
Pero esperen, aún hay más (por desgracia). Otra de las propuestas de Hazte Oír, y asumida por VOX, es terminar con la prohibición de las mal llamadas terapias de conversión contra homosexuales, bisexuales o trans (hay quienes prefieren que no sean denominadas así, porque lo de terapia hace referencia a que hay algo que curar; y lo de conversión hace referencia a la identidad de género u orientación sexual es algo que te puedes quitar y poner).
Estas terapias dañan en gran medida a la salud mental de sus víctimas, quienes terminan incluso planteándose el suicidio por el miedo que se les genera de terminar convirtiéndose en depredadores sexuales. Cabe destacar que Hazte Oír hizo en 2019 un crowdfunding para pagar la multa de 20.001 euros impuesta a una coach (supuestamente) madrileña que promovía cursillos para prevenir la homosexualidad. El curso se llama "camino a la heterosexualidad", mientras que el resto estamos directamente en el camino de la amargura.
