VOX ya cuenta con la primera cuota de poder forma en Andalucía: la presidencia de la Comisión de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta. Este cargo era muy demandado por el partido verde, ya que incluye temas sensibles como la gestión de la mezquita de Córdoba o la tauromaquia. Pero hay un punto que ha resultado especialmente controvertido: la Memoria Histórica.
Este asunto sí que había sido muy demandado y finalmente quedará bajo el control de la ultraderecha. Queda comprobar si finalmente se pone punto y final a la Ley de Memoria Histórica para ser reconvertida en una Ley de la Concordia, equiparando por igual a las víctimas de ambos bandos y sin otorgar estatus especial a las víctimas de la dictadura.
A pesar de que VOX ve cumplida esta exigencia, sus peticiones sobre la creación de una comisión de Familia no han sido escuchadas. Es un punto sensible, sobre todo para Ciudadanos y que se une al rechazo a una consejería específica del ramo.
Gracias al pacto firmado entre los grupos, VOX controlará el orden de los debates, preparará el orden de día de cada sesión y solicitará la comparecencia de la consejera de Cultura, Patricia del Pozo (PP) cuando lo soliciten el resto de los grupos.
"Una imposición de PP y Ciudadanos"
La presidenta del Parlamento, la naranja Marta Bosquet, ha asegurado que este nombramiento es parte de las negociaciones entre los cinco grupos, con un pacto extraoficial para repartirse las cinco comisiones.
El PSOE y Adelante Andalucía aseguran que la designación de VOX en este cargo ha sido una "imposición" de PP y Ciudadanos, aunque aseguran que nunca han solicitado formalmente presidir este órgano.
Precisamente, los asuntos relacionados con la Memoria Histórica estaban bajo la cartera de vicepresidencia, que ahora ostenta el líder andaluz de Ciudadanos, Juan Marín. Sin embargo, esta materia se envió a Cultura tras la firma del acuerdo de investidura, lo que ha permitido que el PP tenga todo el poder bajo la batuta de la consejera Patricia del Pozo.
