VOX aspira a gobernar en coalición con el Partido Popular si finalmente se celebran unas nuevas elecciones en la Comunidad de Madrid. La líder de la extrema derecha en la región, Rocío Monasterio, no ha ocultado nunca sus desavenencias con Ignacio Aguado, así como su buena sintonía con Isabel Díaz Ayuso. De hecho, ha sido la única que ha apoyado a la líder del PP en su convocatoria de comicios.
"La presidenta debe convocar elecciones de forma inmediata. Ya hemos visto la traición de Ciudadanos en Murcia. No podemos arriesgarnos a que la izquierda entre en la Comunidad de Madrid", afirmó Rocío Monasterio tras conocer la moción de censura en Murcia.
Ambos partidos están promoviendo en estos momentos incluso el mismo lema, "socialismo o libertad", una dicotomía con la que en ocasiones cuesta encontrar diferencias entre ambas candidaturas. Monasterio quiere gobernar en coalición con Ayuso y afirma que VOX será "un socio fiable", en contraposición con Ciudadanos. Tampoco el PP tiene mucha alternativa: tiene a todo el arco parlamentario en contra en estos momentos.
Mientras esto sucede en Madrid, a nivel nacional, VOX ya urge a Pablo Casado a romper todos los puentes con Ciudadanos y adelantar elecciones autonómicas allá donde gobierna con los naranjas: "Están en riesgo de ser asaltadas por el socialismo y en contra de la voluntad de las urnas", ha afirmado, en relación a lo sucedido en Murcia y Madrid, territorios donde ganó el PSOE, pero gobernó el PP por un pacto con Cs y VOX.
Por el momento, la dirección nacional del PP ha ignorado la petición de Abascal y sus dirigentes territoriales se han esforzado en exhibir unidad con Ciudadanos. Los presidentes andaluz (Juanma Moreno), castellanoleonés (Alfonso Fernández Mañueco) y el alcalde de Madrid (José Luis Martínez-Almeida) han salido con sus socios naranjas en ruedas de prensa conjuntas para aclarar que no habrá divorcio.
VOX ya intentó entrar en el Gobierno tras las elecciones de 2019. En aquella época Ciudadanos era un partido en claro ascenso y la extrema derecha acababa de irrumpir en la primera liga. Ayuso no vio problema en que entrara en el Ejecutivo, pero Ciudadanos vetó su acceso y finalmente recularon. Los equilibrios de fuerzas han cambiado enormemente desde entonces.
Emular la campaña catalana
VOX quiere ahora emular la campaña catalana, donde se erigió como la primera fuerza de la derecha a nivel nacional. Sin embargo, en Madrid cuenta con un gran problema: el discurso duro de Ayuso golpea completamente en su electorado, que ve con muy buenos ojos a la baronesa popular.
La formación de extrema derecha confía en que el desplome de Ciudadanos sea de tal calibre que permita crecer a ambos partidos. Pero, igualmente, si pierde votos porque Ayuso capta a su electorado, Rocío Monasterio ya mira lo sucedido con Podemos a nivel nacional: con 42 escaños estaba en la oposición y, con 35, su líder se convirtió en vicepresidente del Gobierno. Eso es a lo que ahora aspira la formación de extrema derecha en Madrid.
