La situación en torno a la alcaldía de Madrid está un tanto efervescente desde que se conociera que Martínez-Almeida había sido investido como alcalde. Al parecer, su investidura habría estado apoyada por un acuerdo tripartito entre las formaciones derechistas PP-Ciudadanos-VOX mediante el reparto de diferentes concejalías en los 20 días posteriores a la llegada del PP al ayuntamiento. Al menos así lo establece un documento que contaría con VOX y Ciudadanos, en forma de agradacimiento, por haberles facilitado su llegada al poder.
Ahora, el partido de Rivera niega que este documento exista ni que el PP haya ofrecido ninguna propuesta al respecto, algo que ha sentado mal al responsable de negociaciones de VOX, Iván Espinosa de los Monteros, que ha amenazado a Ciudadanos con "dar un paso más" si siguen afirmando que no tenían constancia de ello.
Según el político, el documento contaba con el beneplácito de la formación naranja y establecía tres puntos que ejecutarían el tripartito en un plazo máximo de 20 días naturales desde la fecha de investidura. El mencionado acuerdo incluiría a VOX, proporcionalmente ecuánime al resultado electoral, en el reparto de concejalías de gobierno y responsabilidades municipales.
Para Espinosa de los Monteros es ilógico que Ciudadanos desmienta su existencia pese a que Ignacio Aguado, candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, haya afirmado que no lo conoce ni él ni "el resto de los españoles". Por otra parte, replica al partido de Pablo Casado que firman "una cosa y la contraria".
VOX da por fallido el acuerdo
Pese a que previamente Martínez-Almeida anunciara que las negociaciones con VOX iban viento en popa, de manera "razonable y sensata", la dirección del partido ultraderechista decidió romper todo tipo de negociaciones con el PP en los ayuntamientos, renunciando a los gobiernos locales y entrando a la oposición en los consistorios. Aún no se ha confirmado su postura en referencia a las autonomías, algo que podría desestabilizar la presidencia de Isabel Díaz Ayuso (PP) en la Comunidad de Madrid, pues Rocío Monasterio ya había suspendido todo tipo de reuniones con los populares, incluso con la misma Díaz Ayuso.
El Partido Popular aseguraba que el acuerdo se llegaría a formalizar y cumplir tras el plazo que estimaron tras la investidura en Madrid, así lo confirmaba Teodoro García Egea, secretario general del PP, aunque VOX decidió desestimarlo. Pese a esto, el vicesecretario de relaciones internacionales del partido de extrema derecha respaldó las coincidencias programáticas que comparte con el PP y con Ciudadanos, asumiendo que tendrían que apoyarles dentro de una coherencia lógica, ya que este programa "no es compatible con los postulados de la izquierda".
Martinez-Almeida se apoyó en la misma idea, añadiendo que "las estructuras del Ayuntamiento de Madrid no son inmodificables" y considera que todavía hay lugar para ese acuerdo con VOX, sorprendido de que se acuse a su partido de incuplimiento antes del vencimiento de esa fecha límite que establecieron.
El PP ha instado a VOX a retomar las negociaciones tras la última reunión, para continuar con el proceso de formalización del acuerdo en cuestión, pues apelan a que el tiempo que les fue concedido aún no se había alcanzado.
