La fotógrafa británica Natalie Lennard nos ha dado uno de los regalos más bonitos de Navidad: una representación, bajo su interpretación, del parto de Jesús. La fotografía se llama "La creación del hombre", y se enmarca dentro de su nueva colección Birth Undisturbed. En ella se ve a la Virgen María pariendo a Jesús, de rodillas, gritando de dolor, cubierta de sangre y moscas, rodeada de animales y José ayudándola. Nada más y nada menos que lo que sería un parto natural en un pesebre, que es donde nació el Hijo de Dios, aunque con menos sangre.
Lo que llevó a a Lennard a representar este parto, es que en toda la historia de la religión no ha visto ninguna imagen similar. Siempre se muestra el momento en el que el bebé ya está envuelto en una sábana y todos los pastores y los Reyes Magos van a visitarle.
¿Cómo hubiera sido el Santo Parto?
Lennard explica en su página web lo siguiente: "Quería presentar a María en aquel momento de éxtasis y poder, dando a luz en un establo, sin que nadie le explique cómo tiene que colocar su espalda o cada cuánto tiempo debe inhalar aire". Quizá a mucha gente le llame la atención, o no, pero la posición para parir es muy interesante. Si bien en los hospitales se coloca a la parturienta apoyada sobre la espalda y con las piernas levantadas, hay mucha controversia con esta postura. Se cree que estar de rodillas, dejando al bebé caer y ayudándonos de la fuerza de la gravedad, el parto se desarrolla mejor, y así es como se acostumbra a parir en entornos como éste. No nos metemos en qué tipo de parto es mejor porque, por suerte o por desgracia, no soy ginecóloga, pero no hay duda de que esa postura primitiva e intuitiva es gloriosa.
La Virgen María es una de las figuras clave de la religión cristiana, levantando casi más devoción que los propios protagonistas. Sin embargo, esa admiración no tiene por qué ser sólo divina, y en este sentido la autora explica: "Representar a María en el poderoso momento de traer a Cristo a la Tierra, a las tranquilas y firmes manos de un José que participa activamente, es reivindicar que el humilde poder creador de la mujer es algo tan asombroso e inspirador como la mano creadora de Dios mismo".
La reacción de la comunidad cristiana
El parto de la Virgen María habrá sido motivo de reflexión y dudas en más de una ocasión. Desde la Iglesia se le dará la explicación que consideren adecuada, quizá María no sintió dolor por alguna cuestión milagrosa, pero darle a la religión este factor humano no debería resultar algo negativo (más allá de quitarle el halo divino). Seguramente, y así se ha visto en algunas reacciones por internet, esta fotografía haya causado rechazo y ofensa por parte de algunos cristianos. Pero no entendemos por qué. En esta fotografía se ve la belleza de la naturaleza, representa el sufrimiento que pasan las mujeres que son madres, que no se puede negar. Representa a un José que está con María, ayudándola, apoyándola, siendo también humano, trayendo al mundo a un bebé. Las condiciones, los animales... Y no se pierde la imagen perfecta de sus rostros y sus cuerpos.