En plena época de las redes sociales, es muy fácil que un tweet viral con mayor relevancia que cualquier noticia o análisis profesional al respecto. Porque nuestro entorno, por donde nos movemos diariamente, son las redes sociales. Confiamos plenamente en lo que vemos en ellas y, en ocasiones, no vamos un paso más allá.
No analizamos la información que se nos da, y acabamos por creer 140 (o 280) caracteres sin corroborar. Y un tweet descontextualizado acaba compartido más de 500 veces sin que su información tenga algún tipo de sentido.
Esto está pasando, sobre todo, con movimientos sociales como el feminismo. Hay hombres a los que les produce temor, ya que desconocen lo que realmente pretende (básicamente, que las mujeres se empoderen y acaben con las situaciones de desigualdad estructurales que sufren diariamente). Por todo ello, finalmente acaban buscando cualquier excusa para desprestigiar esta lucha. Desprestigiarla y tacharla de exagerada. Un ejemplo de ello es el siguiente tweet:
Más de 200 mujeres muertas en carretera (2016). Más de 4000 mujeres muertas sólo por cáncer de mama (2016). 44 mujeres asesinadas (2016) Pero el ayuntamiento de Cádiz pone esta cosa... pic.twitter.com/uvjnhLpena
— José Luis Tivi (@eltivipata) 25 de noviembre de 2017
"La violencia machista mata a más mujeres que las guerras, el cáncer o los accidentes de tráfico", publicó la Diputación de Cádiz. Y así es. Según el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer, la forma más extendida de violar los derechos humanos es aquella que se representa como violencia hacia las mujeres por el mero hecho de ser mujeres.
Cuando hablamos de mujeres, no solo nos referimos a mujeres adultas, sino también a niñas. Esta violencia se ejerce tanto en el ámbito del hogar como en el ámbito escolar, en el trabajo, o incluso en plena calle, independientemente de la nacionalidad.
Según UN Woman, la antigua UNIFEM, seis de cada diez mujeres sufren algún tipo de violencia sexual o física en algún momento de su vida. Es decir, que un 60% de las mujeres probablemente acabarán siendo agredidas física o sexualmente por ser mujeres. Según AECC, de todas las mujeres que padecen cáncer, un 28'5% padece cáncer de mama. Es decir, que porcentualmente es mucho más probable sufrir una agresión machista que un cáncer de mama.
Pero obviando esto, lo cierto es que la campaña de la Diputación de Cádiz está bien pensada. Porque lo que busca es llamar la atención sobre un hecho que es ineludible: las muertes por violencia machista sí pueden evitarse, mientras que las que se producen por cáncer o un accidente de tráfico no. Porque detrás de los asesinatos hay un culpable, un agresor, un responsable que podría no haber actuado así; no es una suerte del destino, o del azar, sino algo que no debería pasar.
La violencia machista ha asesinado a muchas más mujeres que el cáncer o los accidentes de tráfico a lo largo de la historia; es más, la violencia machista solo actúa sobre las mujeres, mientras que un cáncer, una guerra o un accidente de tráfico actúa sobre cualquier persona, independientemente de su sexo.
Lo que se trata de hacer ver con esta campaña es que hay una situación que debería cambiarse, que podemos hacerlo y tenemos la responsabilidad de conseguirlo. Aunque, claro, siempre podemos quedarnos con los datos de un año concreto y no ir un paso más allá; por desgracia, eso no acabará con la lacra de la violencia machista.
