La violación grupal contra una turista británica de 50 años en Italia es uno de las agresiones sexuales más dantescas que se recuerdan los últimos años en el país. En octubre de 2016, cinco empleados de un hotel de la Costa Amalfitana agredieron a esta mujer inglesa que se encontraba de viaje junto a su hija, de 26 años, en el hotel Alimuri de Meta de Sorrento (Nápoles).
Ahora, después de tres años del suceso, un tribunal de Torre Annunziata (Nápoles) ha dictado sentencia por la violación grupal de estos cinco empleados contra la turista británica: 36 años de cárcel. Los jueces han condenado a penas que oscilan entre 4 y 8 años de cárcel a los cinco acusados de la agresión sexual en grupo. Estos jóvenes drogaron a la víctima, para después violarla dos veces.
Davide, el impulsor, Antonino y Fabio, cómplices, así como Francesco y Rafaela, también cooperantes, según el sumario de la sentencia, planearon la violación grupal. Posteriormente la realizaron en dos etapas: la primera, en la piscina cubierta del hotel, donde dos camareros del hotel drogaron a la turista británica echando la llamada 'droga del estupro' en las bebidas de la mujer y de su hija. Sin embargo, esta última decidió subirse a la habitación al sentirse mal. Aquí sufrió el primer abuso la víctima británica; la segunda, ambos jóvenes, llevaron a la mujer a una habitación-dormitorio destinada a los trabajadores del hotel, allí fue violada por otros dos empleados, mientras otros se dedicaban a sacar vídeos y fotos.
Los chats de 'La Manada' italiana, principal pureba
La mujer británica, en estado de shock, y su hija regresaron a Reino Unido. Mientras los cinco jóvenes sacaban pecho de lo que habían hecho: "Nos tiramos a una abuelita; nos volvimos locos", decían en un chat grupal. Los jóvenes bromeaban y se lo pasaban bien en redes sociales comentando la jugada de la violación en grupo contra la turista británica. De hecho, la investigación recuperó muchos de esos mensajes en los móviles a tres de violadores.
El tribunal de Torre Annunziatal ha dado credibilidad a la versión de los hechos de la víctima; además, ha confirmado que en los análisis la mujer y su hija habían consumido bastante alcohol y drogas durante en el día de la violación. Mientras, la sentencia condenatoria no ha sentado nada bien a los condenados y familiares.
