Un hombre británico de 54 años ha sido acusado de violar con "ira desmesurada" a su propia hija adolescente. Su intención era "mostrarle" que el sexo con hombres era mejor pues previamente la joven de 16 años le había confesado que era lesbiana y que estaba "luchando con su identidad" pues no terminaba de aceptar su condición sexual.
Según recoge el diario Coventry Telegraph, el Tribunal de la Corona de Warwick ha señalado que "esa violación implicó degradación y humillación". La violación fue una más de las que cometió sobre sus dos hijas durante dos décadas, por lo que ha sido condenado a 21 años de cárcel y cinco de libertad condicional tras ser declarado culpable de nueve cargos de asalto indecente, uno de indecencia y de tres violaciones durante los años 80 y 90.
Al emitirse el fallo, el juez Andrew Lockhart apuntó que "el tribunal escuchó a ambas mujeres. Ambas han sido seriamente dañadas psicológicamente por su comportamiento. Escuchar las pruebas de la víctima, su sentimiento de culpabilidad al dejar a su hermana, fue la prueba más desgarradora de la evidencia".
La hermana mayor fue víctima de los abusos sexuales de su padre desde los once años y se prolongaron durante tres. Por este motivo, abandonó el hogar familiar creyendo que el hombre nunca tocaría a su hermana de la manera que había hecho con ella. Pero la otra hija fue víctima de los mismos abusos desatados al confesarle su homosexualidad. "La agresión demostró su hostilidad hacia ella como lesbiana", ha apuntado la corte.
Un portavoz de la NSPCC (Asociación Nacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños de Reino Unido) indicó que "las víctimas en este horrible caso han demostrado un increíble valor para hablar y asegurarse de que este violador fuera llevado ante la Justicia". Según esta asociación, es vital que las víctima reciban todo el apoyo para "intentar avanzar con sus vidas".
