¿Cuánto tiempo hace que no compras un CD? Los tiempos cambian, y las plataformas de streaming musical han cambiado para siempre las formas de consumir música. Si antes pasar por una tienda era el paso previo obligatorio para oír el último título de tu artista favorito, ahora lo puedes hacer sin salir de casa, y lo que es más competitivo: con una cuota fija al mes.
Ante esto, el comprar un disco prácticamente se ha quedado para casos puntuales como regalos, firmas de discos o melómanos que siguen sintiéndose en la obligación de coleccionar su música favorita. Sin embargo, de hace unos quince años, el formato de consumo musical por excelencia volvía: el vinilo.
Las remasterizaciones de grandes títulos de bandas de prestigio, unido al auge del Dj y el abaratamiento de dispositivos capaces de reproducir vinilos hacía que el consumidor, que ya oye su música tranquilamente en Spotify u Apple Music, reserve su dinero para comprar un vinilo y disfrutar esa música como un acto de culto.
Sabíamos que se vendían bastantes vinilos y que los CDs estaban cayendo, pero no hasta el punto de volver a cifras de los años setenta en el pasado 2019.
Se venden más vinilos que CDs
En 2019, las ventas de vinilos subieron un 13 %, superando por primera vez en 35 años al CD convencional. Y es que la segunda juventud del vinilo permite ahora ser regrabable o incluso ofrecer una calidad en HD que lo hace muy parecido al CD. Y por supuesto más romántico.
Ante esto, la revista especializada Warp revelaba los datos de la Recording Industry Association of America (RIAA), la que desvelaba el auge del vinilo, llegándose a vender más de 10 millones de copias en apenas seis meses solo en Estados Unidos.
¿Es el final del CD?
Una vez hemos visto que con el vinilo el pasado siempre vuelve, ¿podemos vivir dentro de relativamente poco la muerte del CD? Lo cierto es que por motivos de coste, no. No es comparable el precio de una producción en masa de un CD al de un vinilo, quedando restringida la producción de vinilos a tandas de muchas menos unidades y bandas con cierto impacto o bagaje que puedan permitírselo.
Junto a ello, el CD sigue con ese sustento de los reproductores multimedia que lo deja con vida. Quizá sin coches o videoconsolas el Compact Disc ya nos habría dicho adiós, pero algo nos dice que aún nos queda un tiempo con él.
