El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha lanzado un desafío al romper el bloque establecido dentro de la Unión Europea, con una reunión mantenida con el presidente ruso, Vladímir Putin. Se trata del primer mandatario europeo que mantiene un encuentro el líder del Kremlin después de que el Tribunal Penal Internacional haya emitido una orden de arresto, el pasado marzo, por presuntos crímenes de guerra por "deportación ilegal de niños" desde Ucrania.
El encuentro se ha celebrado en Pekín, donde han acudido ambos mandatarios en el marco del foro internacional por el 10º aniversario de la Nueva Ruta de la Seda, un programa que el país ha diseñado con el objetivo de buscar una mayor conexión internacional.
A pesar de todo, Putin también ha mantenido encuentros con representantes de otras administraciones. Por ejemplo, con Karl Nehammer, canciller austriaco y defensor de la compra de gas ruso en Europa, con quien se reunió en abril de 2022 sin fotografías.
La cercanía de Hungría a Rusia
Viktor Orban se ha mantenido durante el conflicto como el mandatario europeo más cercano al presidente ruso. El ejecutivo de Fidesz, de extrema derecha, nunca se ha alineado con los postulados de Bruselas y ha defendido una línea más próxima a Moscú, proclive a tender puentes después de la invasión de Ucrania.
El presidente húngaro ha mantenido prácticamente un encuentro anual desde 2009 con Vladímir Putin y ha definido el actual como el "más duro hasta la fecha". En este caso, el presidente ruso destaca la "oportunidad para intercambiar puntos de vista sobre las relaciones bilaterales, pero también sobre la situación en el mundo y en Europa con uno de los países de la UE".
El turno de Hungría para ejercer la presidencia rotatoria de la Unión Europea llegaría en 2024, pero el Parlamento Europeo duda sobre la capacidad de su sistema para afrontar este desafío ante el deterioro que aprecia en su sistema democrático y el imperio de la ley.
La cámara aprobó en junio una resolución que pide al Consejo de la UE una alternativa que podría barajar impedir la capacidad del Gobierno de Budapest de ejercer este cargo. La UE ya ha congelado gran mayoría de sus fondos al país por riesgo de corrupción y las deficiencias de su sistema democrático.