El primer ministro húngaro, Viktor Orban, no estará presente en el Allianz Arena en el encuentro entre Alemania y Hungría que se celebrará durante la última jornada del grupo F de la Eurocopa. Orban ha sido denunciado públicamente por 16 países europeos (entre los que se encuentra España) por su reciente medida que prohíbe cualquier referencia a la homosexualidad en las escuelas.
En concreto, piden llevar ante la justicia europea un caso por el que muestran "profunda preocupación" porque "discrimina a las personas LGTBIQ y violan el derecho a la libertad de expresión con el pretexto de proteger a los niños". Han firmado: Bélgica, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, España, Suecia, Letonia e Italia
Como condena a estos hechos, el alcalde de la localidad, Dieter Reiter, había propuesto iluminar el estadio con los colores de la bandera de la comunidad LGTBI durante el partido que se celebra este miércoles 23 de junio. Sin embargo, la UEFA ha rechazado esta propuesta y ha asegurado que se mantiene "neutral". Su única alternativa ha sido iluminar el estadio con los mismos colores, pero otra jornada. El regidor ha calificado de "lamentable" los hechos.
Orban, por su parte, ha pedido que el Gobierno alemán respete la decisión de la UEFA: "Que el estadio de Múnich o cualquier otro estadio europeo esté iluminado con los colores del arcoíris no es una decisión estatal", ha asegurado el mandatario húngaro, conocido por el acoso a la población LGTBI en su territorio.
La UEFA, que cede con el iluminado del campo de fútbol, el acto más simbólico y reivindicativo, se ha limitado a enviar un comunicado genérico con el siguiente texto: "todas las formas de discriminación representan uno de los mayores problemas a los que se enfrentan de cara al partido de esta jornada". Para luego añadir: "Dado el contexto político de esta petición en concreto, un mensaje cuyo objetivo es el Parlamento húngaro, la UEFA debe rechazar esta petición".
Acoso a LGTBI
El Parlamento de Hungría aprobó la semana pasada una ley que persigue e impone los castigos más duros contra los delitos de pedofilia. Sin embargo, bajo esa normativa se incluyen también prohibiciones contra las charlas sobre homosexualidad en centros educativos, así como cualquier emisión pública que se pueda considerar como relacionada con temática LGTBI.
Orban ha defendido que la "educación de los niños debe realizarse en casa". Tras la polémica surgida y la amenaza de los 16 países firmantes de la UE, la mayoría de gran importancia dentro del Eurogrupo, Viktor Orban finalmente ha declinado el viaje a Múnich.